Es interesante observar la aparición en el ámbito empresarial de conceptos que tradicionalmente se enmarcaban en el ámbito social o privado, y tal es el caso de la felicidad, que ahora ya empieza a tomarse en cuenta y en serio por la empresa.
Como un paradigma más, se ha venido considerando que la atmósfera laboral debe ser algo serio, en donde todas las personas se comporten de una manera prácticamente rígida y que no demuestren ningún estado de ánimo, y por lo tanto cualquier demostración de emoción es algo que se tiene que hacer fuera del lugar de trabajo.
Pero diversos estudios realizados prácticamente en la última década y más en el último lustro, demuestran que las emociones y más la felicidad, son aspectos claves para el bienestar personal, y que esto se refleja en productividad.
Y si bien no existe una definición única de felicidad ya que es algo subjetivo y relativo, se considera en términos generales un estado del ánimo que supone una satisfacción. Por lo tanto quien está feliz se siente a gusto, contento y complacido.
Y aunque no se maneja de manera expresa, lo cierto es que todos los seres humanos estamos de forma permanente en búsqueda de la felicidad, de acuerdo cada quien a sus creencias y forma de pensar.
Pero esta búsqueda no es algo totalmente subjetivo e individual, sino es algo que también pertenece a la sociedad en general y no solo como un anhelo sino inclusive como una obligación; así encontramos aunque parezca raro, que la misma constitución de Estados Unidos que proviene de 1776, se establece claramente que el estado debe procurar los medios para que los ciudadanos alcancen su felicidad; y para México en particular, la Constitución de Apatzingán promulgada por Morelos en 1814 y las que le siguieron después hasta la de 1857, habla también de la búsqueda de la felicidad para los habitantes del país.
En el contexto actual se habla ya también que la empresa, esa entidad que para muchos está definida solamente en el aspecto económico, es además un ente social que como tal, debe procurar el bienestar de su personal que de alguna manera le ayude a lograr su felicidad buscada.
Esto implica lograr al menos un ambiente de trabajo en el que la persona se sienta a gusto con su labor desarrollada cotidianamente, y que perciba la posibilidad de un desarrollo personal y profesional, un sentimiento de mejora en esa labor cotidiana.
Esto que pareciera ser obvio, de alguna manera casi todos hemos sentido lo contrario, al tener alguna vez un jefe que le gusta generar un ambiente de hostilidad, de seriedad y en algunos casos hasta de crear una atmósfera de miedo, en donde está prohibido reírse o expresarse con algún comentario divertido, y pobre de aquel que cometa algún error.
Y mucho de esta mentalidad son resabios de esa idea de considerar al ser humano como una máquina que está para trabajar y como tal no tiene ni expresa sentimientos.
Pero como antes se mencionó, el ser humano es un ente social y como tal expresa sentimientos y estados de ánimo. Y lo más importante de todo, es que cualquier actividad laboral y económica que se realiza es precisamente en búsqueda de la felicidad, y en la medida en que se percibe un avance en dicha búsqueda se manifiesta en la relación social dentro y fuera del ámbito laboral.
Seguiremos platicando …
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