EL SINDICALISMO ACTUAL: UN SINDICALISMO COLABORACIONISTA LIGADO A UN PASADO REVOLUCIONARIO

[Angel Crescencio Martínez Ortiz]

 

                El sindicalismo debe hacer un debate profundo para redefinir su papel y sus objetivos como organización social si no quiere acabar a la deriva de algún viento equivocado.

Esto quiere decir que hay que pensar, ente otras cosas, si las organizaciones sindicales son todavía, como dicen sus estatutos, los instrumentos de transformación social e incluso de revolución que dicen ser, o son por el contrario otro tipo de organización ya revisada, que ha sustituido la lucha de clases y la revolución por la colaboración y la participación ministerial.  Comisiones Obreras informa en sus estatutos que es una organización que se orienta hacia la supresión de la sociedad capitalista y la construcción de una sociedad socialista democrática>>.  Los planteamientos de la UGT van todavía más lejos al afirmar que se adecuan a la orientación revolucionaria de la lucha de clases y tienden a crear las fuerzas de emancipación integral de la clase obrera, asumiendo algún día la dirección de la producción, el transporte, la distribución y el intercambio de la riqueza social. >>

Lamentablemente, las últimas actuaciones de estas organizaciones sindicales, están muy lejos de los objetivos que marcan sus estatutos fundacionales, no hay mas que echarle un vistazo al II AENC con el que se instaura cierto estado de excepción en el ámbito laboral, al permitir la suspensión temporal de las condiciones laborales, en materia de salarios, jornadas, horarios, movilidad, etc., conseguidas durante años de lucha o negociación.

De esta manera, el sindicalismo, en todos sus niveles de representatividad, se ha comportado como un movimiento que en ningún momento haya intentado utilizar la situación de crisis por la que ha atravesado el sistema económico y político actual, para conseguir esa forma de sociedad, socialista, que han dicho perseguir. Más bien al contrario, se han comportado como organizaciones que han pactado y colaborado para que el sistema capitalista al que dicen combatir se mantenga. Lo más paradójico de esta situación es que no le haya importado al sindicalismo que la salvación del sistema capitalista se haya realizado a costa de empeorar las condiciones de vida de la clase obrera que dicen representar. Si esto es así, deberían modificar sus estatutos para no engañar a nadie.