En una visita reciente a una institución educativa que desde hace poco tiempo está en nuestra ciudad (Valencia), Berklee College of Music, pude conocer mejor el por qué del éxito de esta entidad. Y, una vez más, me sirvió para confirmar que la ética, los valores, aunque no aseguran el éxito por sí solos, son clave para que el proyecto funcione y logre sus objetivos.
De la explicación que nos dieron sobre aquello a lo que se dedican yo destacaría cuatro conceptos clave: talento, pasión, estrategia y valores. Buscar el talento, facilitar el desarrollo de la pasión que las personas con talento aportan, poner una estrategia que permita alcanzar las metas que se proponen estas personas e incorporar unos valores sólidos que hagan posible que lo que aprenden les sirva para toda la vida.
La primera lección que podemos aprender de esto es que los valores por sí solos, sin un buen proyecto, sirven para poco; pero también es cierto que los proyectos, sin buenos valores, tampoco funcionan en el largo plazo.
Muchas organizaciones saben que el papel de los valores es fundamental, pero, desde mi punto de vista, la forma de desarrollar esta cuestión en muchas ocasiones se queda sólo en el continente y no llega al contenido. Es decir, se queda en la definición de lo que somos como entidad, pero no siempre aterriza en la estrategia, en cómo hacemos y tomamos nuestras decisiones. No digo que lo primero no sea importante, pero sin lo segundo la ética pierde su gran potencial.
En mi opinión, ésta es una de las causas de que muchas empresas que apostaron por desarrollar códigos éticos no estén generando la credibilidad que esperaban de la implantación de estas herramientas. Y es que los códigos éticos son efectivos cuando de verdad se encarnan en el desarrollo del propósito de la organización y, por tanto, en los caminos (estrategias) que las organizaciones eligen para alcanzar su visión.
Para conseguir que los valores lleguen de verdad a la estrategia es necesario que las empresas y organizaciones vean en estos un activo y no un límite. Necesitamos cambiar la percepción de muchos directivos que creen que incorporar los valores al día a día va a significar ponerse trabas en el camino, con lo difícil que ya está todo. Por el contrario, lo que vemos en los casos de éxito, es que los valores son el cemento que permite que se sustenten las estructuras y que el proyecto perdure en el largo plazo.
Publicado en RH Media el 4/03/2013
Roberto Ballester
Gerente Fundación ÉTNOR
Bienvenido a
Comunidad ÉTNOR
© 2024 Creado por Quique. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de Comunidad ÉTNOR para añadir comentarios!
Participar en Comunidad ÉTNOR