A lo largo del tiempo hemos ido viendo e incluso comprobando en primera persona como empresas, administraciones públicas y entidades sociales han actuado independientemente unas de otras si bien sí han existido proyectos, programas que abogaban porque esas relaciones se establecieran más allá de hechos puntuales y concretos como pudieran ser programas de fomento de empleo, etc, normalmente desde el empuje de alguna subvención. Sí han existido por tanto vías y canales de comunicación y relación entre dichos agentes sociales que bien debieran aunar estrategias de trabajo e intervención y asumir las responsabilidades que les competen de cara a posibilitar verdaderos y eficaces procesos de inclusión en el mercado laboral de aquellas personas con menor cualificación profesional.
Otro modelo de trabajo debe emerger entre empresarios, administraciones públicas y entidades sociales ante los acontecimientos que estamos viviendo meses atrás. Un modelo y método de trabajo donde las partes suman y donde las personas se sitúan en primera línea, dejando de formar parte de planes y proyectos dinamizados más por lo monetario que por el valor mismo de la persona, en definitiva, dinamizados más por el valor financiero que por el valor social.
Y es en ese punto donde la figura del Trabajador Acompañante, circunscrito hasta la fecha exclusivamente a las empresas de inserción sociolaboral, surge como nexo de unión entre dichos agentes sociales y se erige como perfil a incorporar a la empresa ordinaria.
Acompañante en los procesos de inclusión y/o guía, tutor y modelo para las personas más vulnerables, el Trabajador Acompañante desempeña no sólo una labor formativa y social sino también laboral, otorgando valor social a la empresa en la que está desempeñando su quehacer. Pero, sin poder obviar los caminos paralelos que ambos sectores han recorrido hasta la fecha, hoy disponemos de un cruce al alcance de todos. Un cruce que se traduce en un curso de formación que Nittúa, junto con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), iniciará en el mes de octubre y que pretende por un lado, formar a personal de las plantillas de cualquier empresa para que puedan desempeñar esta función dentro de las mismas e incluso, ser nexo de unión entre el Departamento de RRHH y los trabajadores y por otro lado, dotar de formación y reconocimiento a dicha figura.
Hoy más que nunca a los empresarios se les insta a llevar a cabo políticas de ROI, SROI, RSE....pero la realidad muchas veces dificulta que esto pueda realizarse en los índices esperados, deseados y necesarios. La figura del Trabajador Acompañante reúne en sí misma al ROI (reduciendo el absentismo laboral, disminuyendo los conflictos laborales, elevando la productividad de los trabajadores, gestionando los RRHH de las empresas....), al SROI (siendo vertebrador de la RSE, integrador laboral, educador laboral y nexo con la sociedad) y dando como resultado unos niveles máximos de sostenibilidad en y para la empresa.
En definitiva estamos ante una oportunidad que sitúa en el mismo plano a empresarios, administraciones públicas, entidades sociales y personas dejando de lado el modelo asistencialista dando un paso hacia el modelo innovador que genere una verdadera y satisfactoria inclusión de todos y cada uno de los agentes sociales implicados en el proceso.
NITTÚA
Núria González
Raúl Contreras
(Más información sobre el perfil y el curso www.trabajadoracompañante.com)
Foto de Chema Madoz
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