Comunidad ÉTNOR

Foro de debate sobre ética y responsabilidad social en empresas y organizaciones

Abro este nuevo "Foro de discusión" para que podamos dejar nuestras impresiones y debatir  alrededor del último escándalo del mundo de la moda:

John Galliano será procesado por "injurias raciales"

03/03/2011ElPaís. El diseñador John Galliano, hasta el martes responsable de la línea de ropa femenina de Dior, se sentará en el banquillo de un tribunal francés antes del verano acusado de proferir "injurias raciales". Se enfrenta a una condena de seis meses de cárcel y a una multa que puede alcanzar los 25.000 euros. La Fiscalía parisiense decidió ayer actuar de oficio tras examinar las dos denuncias presentadas ante la policía la semana pasada por tres personas: la primera fue interpuesta el pasado jueves por una pareja que aseguró que mientras se encontraba en el café La Perle, en el barrio parisiense de Le Marais -donde vive Galliano-, el diseñador les insultó profiriendo frases antisemitas. La segunda fue presentada el sábado por una mujer, que, según afirma, fue objeto también de los insultos racistas de Galliano.

Pero más allá del desarrollo del juicio y de las denuncias presentadas, un vídeo grabado con un teléfono móvil en diciembre de 2010 -también en el café La Perle, del que el diseñador es asiduo- ha marcado irremediablemente el futuro profesional de Galliano.

En la grabación, emitida el lunes por el periódico The Sun, el exresponsable de los desfiles de moda femenina de la casa francesa, visiblemente ebrio, sentado solo en una mesa, aseguraba en inglés, dirigiéndose a dos chicas y a un chico sentados en una mesa contigua: "Adoro a Hitler... Personas como vosotros estaríais muertos. Vuestros padres y vuestras madres estarían gaseados".

La difusión planetaria del vídeo, con la patética imagen de un Galliano alcoholizado alabando a un genocida y las reacciones que siguieron (Natalie Portman, de procedencia israelí, calificó simplemente el comentario de "asqueroso") desembocó en el despido de Galliano. Dior consideró su comportamiento, según aseguró el martes en un comunicado, "particularmente odioso".

Ayer, Galliano, mediante otro comunicado, esta vez emitido desde Londres por sus abogados, pedía perdón: "Presento mis excusas sin reserva si mi conducta ha podido molestar. En nuestra sociedad, el antisemitismo y el racismo no tienen sitio".

Galliano, de 50 años, nacido en Gibraltar, barroco y teatral, considerado por muchos un genio y por otros un diseñador excesivo y sobrevalorado, fue fichado por Dior en 1997 por encargo particular de Bernard Arnault. El presidente de LVMH, el primer grupo mundial del lujo, del que depende Dior, tenía el objetivo de revitalizar la marca y las ventas. Logró las dos cosas, pero a costa de que la casa Dior quedara ligada a las extravagancias de un diseñador que solía despedir sus desfiles -exitosos en su mayoría- vestido de astronauta, pirata, Napoleón o torero.

En los últimos tiempos, según publican varios medios franceses, Galliano, al parecer, acudía poco al taller, inmerso en una espiral destructiva de alcohol y obsesión por adelgazar. Algunos amigos aseguraban ayer en radios y televisiones francesas que Galliano había decidido acudir a una cura de desintoxicación fuera de Francia.

Su despido ha conmocionado al mundo de la moda, que ha empezado instalada en un fenomenal embrollo su bianual celebración de poderío y creatividad que supone la semana de los desfiles de París. El diseñador Karl Lagerfeld se refirió así al incidente en la publicación Women's Wear Daily: "Esto me pone furioso (...) La imagen ha dado la vuelta al mundo. Y es una imagen horrible para la moda, porque se puede pensar que todos los diseñadores son así".

 

La reacción del káiser ha sido intransigente. Karl Lagerfeld afirma estar«furioso» con John Galliano por haber ofrecido con su comportamiento una imagen «horrible» del mundo la moda. El escándalo provocado por los insultos racistas y antisemitas del diseñador británico, que le han costado el cargo de director creativo de Dior y un procesamiento judicial, sacude la pasarela que se celebra esta semana en París.

 

[Noticia publicada en el Periódico El País, 03/03/2011: http://www.elpais.com/articulo/cultura/John/Galliano/sera/procesado...]

 

 

De todo ello, una de las cosas que más me ha sorprendido es la repulsión que tal actitud ha provocado entre sus propios colegas de pasarela. Parecía que nos habíamos acostumbrado a navegar en un mundo más dado al corporativismo y al clientelismo que a la crítica y la exigencia de responsabilidades y ahora nos sorprenden con todo esto. En fin, bienvenido sea el cambio. ¿Qué os parece?

 

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Respuestas a esta discusión

Igual que con el paso del tiempo, los fundamentos normativos existentes para discernir qué es moral y qué no (lo que nos proporciona felicidad, lo que nos dicte la razón, lo que “diga” Dios,….) han ido transformándose, lo mismo ha ocurrido con determinadas tendencias de pensamiento, y me explico: las consecuencias de expresar opiniones racistas hoy en día no son comparables si nos trasladamos, por ejemplo, a EE.UU durante la época de la esclavitud.

Este cambio es fácilmente comprobable al ver el revuelo medíático que se ha formado dentro y fuera del mundo de la moda, tras hacerse público el vídeo en el que Galliano lanza insultos antisemitas a una pareja en un café de París. Por supuesto, la firma Dior para la que trabaja el diseñador ha tomado medidas, despidiéndolo de inmediato hasta que se aclare lo sucedido.

Sin embargo, en mi opinión es bastante improbable que nadie dentro de Dior tuviera ni idea de las deleznables opiniones de Galliano, y más cuando éste las “comparte” con dos desconocidas sin ningún tipo de reparo. Lo cual me lleva a plantearme una cuestión: ¿Cuás es el verdadero problema? ¿Qué Galliano piense de esa forma o que la opinión pública se haya enterado? Para mí es evidente que la firma ha intentado desmarcarse totalmente del comportamiento del modisto, y que ambos se han defendido mediante el uso de un discurso pragmático, o sea, con un objetivo estratégico. Dior sabe que las ventas pueden peligrar después del batacazo de su diseñador estrella, así que han declarado que existe dentro de la empresa una política de tolerancia cero hacia comportamientos antisemitas.

Por otra parte, tenemos al propio Galliano, que parece que sólo ha pedido disculpas porque “hoy en día el racismo y el antisemitismo están mal vistos”, por tanto, no se desdice. Otro aspecto interesante es la recurrente excusa utilizada en infinidad de ocasiones de “iba borracho”. No creo que nadie pueda hacer semejantes declaraciones si en el fondo no las piensa. Ahora, por supuesto, toca el ingreso en una clínica de desintoxicación: pantomima muy útil y recurrente entre los famosos para propiciar un lavado de imagen, “expiar” sus pecados y salir como nuevo. Lo que en mi opinión necesita el gibraltareño es una cura de desintoxicación, pero mental.

Las reacciones posteriores las podemos englobar en lo declarado por Karl Lagerfeld, que está “furioso” por la mala imagen que ha ofrecido G del mundo de la moda. En esto discrepo con Lagerfeld, en absoluto me parece que las declaraciones totalmente desafortunadas de un solo modisto signifiquen que todo el mundo de la moda piensa lo mismo. Cada uno debe responder por sí mismo y se representa a sí mismo cuando habla, a nadie más.

Las opiniones vertidas por Galliano no cumplen, ni de lejos, las cuatro pretensiones de validez que permiten la existencia de un diálogo tendente al entendimiento. Con las dos primeras puede pasar, ya que el discurso es medianamente inteligible y veraz (no dudo de que Galliano habla en serio); pero para nada se cumplen las dos últimas condiciones (verdad y correción). Por tanto, nos encontramos ante un diálogo roto que no se puede restablecer, ya que tampoco existen los cuatro principios definidos por Domingo Marzá que forman las condiciones de posibilidad de un Discurso Racional.

 

Un saludo.

Desde mi punto de vista, Galliano ha decidido pedir perdón porque su imagen está quedando muy dañada a raíz de las denuncias por comentarios racistas y por el vídeo que ha salido a la luz.  Dior y otras personas que se desenvuelven en ese “mundillo” critican este comportamiento porque no quieren verse envueltos en ninguna polémica que pueda perjudicarles, y por eso Christian Dior ha decidido despedirle y hacer ver al público que no apoya ni defiende los hechos de Galliano. Yo creo que de esta forma no es que esté criticando al diseñador, sino que está dando una imagen cara al público de ser racional e intolerante ante cualquier comentario racista. Así no le pueden tachar a él también de lo mismo y de esta forma  no pierde a ninguno de sus clientes potenciales ni  parte de su público objetivo.

 

De acuerdo con los principios que presenta Habermas, cabe decir que para que haya diálogo se debe dar unas circunstancias donde exista una igualdad de condiciones de participación. Se deben respetar los principios de comunicación, inclusión, igualdad y reciprocidad. Pero para aceptar el diálogo deber haber respeto mutuo, cosa que ha faltado en este caso ya que la polémica nace de un comentario intolerable.

 

Finalmente, en cuanto a las pretensiones de validez, decir que se cumplen la propiedad de que es inteligible ya que se entienden y también se cumple la veracidad ya que dice lo que quiere decir, tanto al insultar a esa gente como al disculparse. La propiedad de verdad no sabemos si se cumple porque realmente no se sabe si se disculpa porque lo siente o por quedar bien, así que no se puede saber a ciencia cierta si realmente dice la verdad o miente al pedir perdón; y desde luego la rectitud no se cumple ya que no se pueden aceptar ese tipo de comentarios despectivos.  

Sin duda, John Galliano es el primer responsable de todo, y él es el primero que sabe que su comportamiento posiblemente haya cambiado el futuro en su vida. Seguramente Galliano esté avergonzado de todo lo sucedido. Aunque el perdón que hace publicamente es poco creible, no tiene ningún tipo de veracidad. Digo esto porque él es totalmente consciente de lo que está diciendo, sus ideales son bastante claros. Otra cosa es que después de lo sucedido y viendo todas las consecuencias que ello conlleva, halla querido pedir disculpas publicamente para limpiar su imagen. Pienso que el pedir disculpas publicamente es un acto muy noble cara a la sociedad, pero por muchas disculpas que de, Galliano va a ser tachado de por vida de racista. La firma Dior debe de sentirse avergonzado de la imagen de Galliano, y por ese mismo motivo, y por el revuelco que ha dado cara a la sociedad-incluida clientela-,ha decidido despedirle. Está claro que la imagen de la firma se ha visto dañada, y es posible que sus ventas bajen de manera considerable.

 

 

Es difícil de entender, desde el punto de vista de las personas anónimas, como un personaje conocido, con un cierto prestigio, sobretodo en el mundo de la moda, pueda comportarse de forma tan "horrible". Cuando uno es conocido a nivel mundial sabe que este tipo de actuaciones van a tener unas repercusiones grandísimas,van a tener unas consecuencias muy negativas, incluso el jugarse el puesto de trabajo, ya que dan una imagen al exterior que no es nada beneficiosa para la firma. La actuación de Dior pienso que es la correcta. Al fin y al cabo viven de la sociedad, y la sociedad no quiere que semejantes personajes tengan alguna relación con la empresa.

 

Logicamente este tipo de declaraciones del diseñador han salpicado de lleno al mundo de la moda, y muchos son los diseñadores los que han querido dejar claro que no todos los diseñadores son así. Me llama la atención que los demás diseñadores se fijan más en el daño que puede hacer cara al mundo de la moda que al verdadero mensaje.

 

Curiosamente, hace unos años, pasó un caso parecido con el diseñador de ropa de "Tommy Hilfiger". Éste manifestoó:"...si yo hubiera sabido que afro-americanos, hispanos, judios y asiáticos comprarían mi ropa, no la hubiese hecho tan bonita.""...desearía que esta clase de gente NO comprara mi ropa, ya que son hechas para una clase superior de gente blanca".

Como era de esperar, estas declaraciones(que luego reafirmó en un programa de televisión) tuvieron una repercusión enorme a nivel mundial.

 

Un saludo

 

 

Ante tales palabras, el diseñador de moda británico se ha visto envuelto ens una grán crítica social por una actitud totalmente indeseable y que no cabe dentro de una actitud racional, justa y humana. Las actuaciones a las que Galliano hace referencia, son rechazadas por toda la humanidad, considerándose como el mayor error que una persona puede hacer o desear, el mal ajeno.

Por ello, la firma con la que trabaja, decidió despedirlo por tales graves palabras, desentendiéndose de los comentarios de Galliano para evitar una posible merma en sus ventas.

 

Desde el punto de vista del enfoque discursivo, no cumple con todas las características. La actitud y opinión del diseñador no son ni micho menos universalistas, más bien, se trata de una crítica totalmente reprobable. Para nada presenta unas palabras o valores procedimentales por carecer de razones, que para este caso no existen razones, ningunas, para proponer y dar a conocer semejante ideas. Y también la característica de deontológica se ve incumplida.

Además, estas características deben estar basadas en los principios de comunicación, inclusión, igualdad y reciproicidad, condiciones que tampoco se ven cumplidas.

 

En fin, unas declaraciones intolerantes, que hacen referencia a una verdad sucedida y que nunca será olvidada y por la cual se debe aprender.

 

El hecho de tener que escuchar este tipo de declaraciones en el siglo en el que vivimos impacta bastante. John Galliano se ha visto envuelto en una situación crítica en su carrera que puede que le marque para siempre. El prestigio de tal diseñador desaparece con esta actitud tan indeseable.

 

La cadena de moda Dior ha actuado de forma esperada desde el punto de vista social y empresarial ya que no puede dejar que se manche su prestigiosa marca, justamente porque tratan de vender una imagen completamente distinta. La respuesta de despedir a este diseñador ha sido para no involucrarse en este desagradable caso, es decir, con un fin estratégico, intentando evitar el desorden y que no se vean afectadas sus ventas e ingresos. Dior prefiere deshacerse de uno de sus mejores diseñadores que se vea afectada su firma, ya que la consecuencia de esto seria fatídica.

 

Galliano, al verse envuelto en tal problema, ha recapacitado y corregido sus palabras, pero nada quita lo hecho, y el rencor que se guarda la sociedad. El pedir perdón no lo es todo y necio seria si pensara que por disculparse todo esta solucionado. Su imagen se va ha ver afectada, y va a ser difícil que las cadenas de moda lo contraten ya que de cara al publico esto no va a estar muy bien visto y podría afectar a las empresas.

 

En cuanto a la pretensión de validez, no podemos decir que en este caso se cumplan los cuatro supuestos ya que aunque puede que haya veracidad, porque si no lo pensara no lo hubiera dicho, no puede haber un dialogo racional.

 

Se han dado otros casos parecidos a este a lo largo de los años, pero esperamos que se reduzcan estas creencias hasta llegar a su extinción. Viendo estos desagradables casos nos lleva a aprender y darnos cuenta de lo equivocadas que están algunas personas.

Dior es una marca de moda de prestigio y consumida por la élite. La marca no puede permitirse la mala imagen que genera la actitud de Galliano. Al despedirlo, él mismo ha podido comprovar que los comentarios racistas tienen unas consecuencias negativas que hay que afrontar. Por un lado estan las consecuencias que le afectan únicamente a él (el despido) y luego tenemos las consecuencias que causa en la sociedad, puesto que no únicamente causo malestar en la pareja a la que insultó, sino que provocó un malestar social causando el daño de su propia imagen.

Desde mi punto de vista creo que este tipo de comentarios están fuera de lugar en una sociedad que está luchando día a día por la igualdad. Galliano ha demostrado tener una actitud retrógrada y egoísta, violando los principios de los derechos humanos, puesto que todos tenemos el mismo derecho a vivir. Una vez se ha dado cuenta de las consecuencias ha decidido pedir perdón. Desde mi punto de vista lo ha pensado demasiado tarde, pues lo hubiera tenido que hacer antes de actuar.

 

Respecto a los principios que Habermas presenta, Galliano a faltado el respeto mutuo, lo cual ya le situa en un discurso no muy aceptable. En cuanto a las pretensiones de validez encontramos:

INTELIGIBLE: si que se cumple porque la pareja le entendió perfectamente sus comentarios y nosotros también entendemos sus disculpas. Se sabe lo que quiere comunicar en ambos casos.

VERDAD: En el caso de los comentarios racistas se cumple, puesto que no dice ninguna mentira. No obstante, respecto al perdón podríamos discutirlo, ya que si no siente ese arrepetimiento y lo hace únicamente por quedar bien y lavar su imagen, estaría diciendo una mentira.

VERACIDAD: en el primer caso se cumple porque realmente piensa de esa forma, en cambio, en el caso del perdón no se cumpliría si verdaderamente no se arrepiente porque no estaría siendo sincero.

RECTITUD: No se cumple en ninguno de los casos, pues eso tipo de comentarios son inaceptables en la sociedad actual. 

En conclusión, sólo él sabe que grado de arrepentimiento siente, por lo que sólo él sabe si el discurso que ha lanzado para pedir perdón es del aceptable como dialogo.

 

Un saludo.

 

En mi opinión Galliano decidió pedir perdón porque se dio cuenta que su imagen estaba quedando muy perjudicada de cara al público y esto no era bueno para él, incluso puede estar avergonzado de lo que ha hecho, ya que su comportamiento racista no ha sido bien visto en la sociedad. De esta forma la firma Dior decidió apartarlo de su actividad para no verse involucrados en estas declaraciones y que esto afectara a toda la firma en su conjunto.

 

Si tratamos el tema desde el punto de vista del enfoque discursivo, podemos decir que no cumple con todas las características, para qué se dé un dialogo tiene que haber igualdad de las partes, reciprocidad, comunicación e inclusión, y en las declaraciones de Galliano no se encuentra. Para poder aceptar el dialogo hace falta el respeto mutuo, ya que la opinión del autor no es para nada universalista y muchas personas se sienten atacadas con estos comentarios racistas.

 

Por último, en cuanto a las pretensiones de validez, vemos que se cumplen las propiedades de ser inteligible y veracidad, ya que su mensaje se entiende y el expresa su punto de vista de las acusaciones que ha realizado. El supuesto de verdad no podemos verificar de que se cumpla o no, porque no sabemos a ciencia cierta si lo que dice Galliano lo dice porque lo siente al pedir perdón o solo para limpiar su imagen.

Esta claro que este tema ha creado controversia y conmoción en el mundo de la moda por la importancia y el peso que tiene Galliano como diseñador y artista.

En mi opinión la casa Dior ha hecho lo correcto al retirarlo de sus funciones ya que una marca de lujo mundialmente conocida, no puede tolerar que uno de sus trabajadores, por que al final es lo que es John, se pase de esta manera. Esta claro que no estaba en plenas facultades cuando hizo estas declaraciones pero ha quedado demostrado que no es una buena persona, ya que después de aparecer la noticia, el diseñador denuncio a la pareja que había sufrido los insultos. Yo pienso: encima de que los insultas por lo menos agacha las orejas y pide perdón, no te pongas encima más chulo.

El caso es que Natalie Portman ganadora del oscar a mejor actriz por Cisne Negro, iba a ir vestida de Dior a la gala pero al final cambio su vestido al enterarse de la noticia. Sin embargo Nicole Kidman imagen de la casa Dior si que fue vestida de este. ¿Tiene justificación Kidman ya que es imagen y se debe a un contrato?

No es el primer caso de discrimación por parte de un genio de la moda, hace unos años Tommy Hilfiger también causo polémica con sus declaraciones discriminatorias en el programa de Oprah.

 

¿Como afecta esto a la industria? Si ya es "poco ético" depende para quien gastarse 10.000 en un bolso de piel de cocodrilo, más aún ¿comprar ropa diseñada por una ideología nazi?

 

http://www.globoterror.com/?q=node/1576

            Para que encontrar razones morales que satisfagan las necesidades de todos, es decir, que sean universales, es necesario que se considere a todos los agentes afectados como interlocutores válidos. Estos agentes deben estar en condición de igualdad y no estar sometidos a ningún tipo de presión o coacción.

Todas las voces son válidas y sólo si estas aceptan sin ningún tipo de coacción serán razones morales.

            Estas tienen que ser coherentes, es decir: lo que uno hace y lo que uno dice debe ser coherente.

John Galiano realizó insultos antisemitas  y posteriormente pidió perdón aunque no se retractó de sus hechos. El hablaba de que el racismo y antisemitismo no cabían en esta sociedad aunque no condena lo que dijo. Es decir, que las razones que le llevan a pedir perdón no son morales, sino que lo hace por dar buena imagen y hacer creer a la sociedad que está arrepentido.

            La casa Dior suspendió al diseñador de sus funciones, aunque sólo mientras se resolviera la causa, si realmente la firma Dior está en contra de esta creencia, lo hubiera despedido definitivamente.

Lo que dicen se contradice con lo que hacen, puesto que lo único que quieren es alejar la marca del escándalo, y las razones que les llevan a hacerlo no son morales sino económicas.

Podríamos hablar de que la razón por la que la firma Dior ha suspendido de sus funciones al diseñador están más relacionadas con la presión mediática y las consecuencias negativas que el escándalo podría tener en la firma que la convicción moral de que lo que ha hecho Galiano está en desacuerdo con sus ideales.

No es el primer escándalo que protagoniza John Galiano, y Dior, la marca para la que trabaja "le cubre las espaldas". Pero esta vez, “ha sido la gota que ha colmado el vaso”. Y es que desde hace años, está de moda ir de empresa “progre” y ética, en la que evidentemente, personajes como éste no aportan coherencia a la marca. Independientemente de su talento, Galliano era, y es un hombre polémico cargado de publicity en cada una de sus aportaciones. Dicho término, se utiliza frecuentemente en el ámbito publicitario, y se traduciría como el chollo que toda empresa, producto o servicio quiere para ella. Sería algo así como el dicho que dice que da igual que hablen mal o bien de nosotros, pero que hablen, porque todo ello equivaldría a publicidad gratuita a coste 0. Y todo ello, lo llevaba consigo Galliano en cada una de sus apariciones, beneficiando a Dior.
Pero con la reputación empresarial no se juega, y tener en plantilla a un racista, no vende de cara a la galería. Por ello, Dior ha querido anticiparse a los hechos, y ha hecho un lavado de imagen a la marca, que traducido a la asignatura, sería el aplicar el contenido de ética universalista, la cual nos dice que “todos los individuos, naciones y culturas, están en el mismo barco, guste o no guste”, teniendo así muy presente la globalización en la que estamos inversos. Teniendo en cuenta que estamos hablando de una multinacional con presencia en casi todos los países, es altamente probable que poniendo en práctica dicha ética, genere acciones que se consideran morales, justas, responsables (y un sinfín de adjetivos más) por la sociedad dándole ese toque universalista y crítico que todos quieren.
Es aquí donde hablamos del principio de universalización de Habermas, sustentándose de esos mínimos globales que garantizan todos esos adjetivos anteriormente nombrados, y hoy en día, de gran valor y prestigio para las marcas, y más para una como Dior.

Siguiendo con la estrategia de “lavado de imagen”, los asesores de comunicación de Dior, han llevado a cabo a la perfección el objetivo de la ética empresarial, el cual consiste en tratar de lo moral, correcto o justo en las decisiones y acciones empresariales, suministrando principios y guías para una gestión ética de los procesos y para el equilibrio final entre intereses económicos, sociales y ecológicos. Todo ello, lo trasladamos a la división que Ulrich desarrolla para la integración de dicha definición, siempre aplicándolo al caso en cuestión.
En primer lugar, vemos como poco después de salir a la luz el escándalo producido por John Galiano, Dior se encargó de dejar claro los valores y normas de la empresa, teniendo presente que fueran compartidos por una sociedad pluralista. Esto sería igual que decir: no somos racistas, todas las personas (independientemente de su raza) tienen cabida en nuestra tiendas, los vamos a tratar igual que a un cristiano…
También observamos ese carácter integrativo a través de ese micronivel, concretamente en la actuación de la empresa ante esa actitud racista, despidiendo así a Galiano, y protegiendo el derecho humano basado en la igualdad de las personas.
Con ese tipo de acciones, una de las conclusiones, tal y como escribe Domingo García-Marzà, “sería que la empresa no es ética porque es rentable, sino que es rentable porque es ética”.

Así pues, y siguiendo con esa estrategia de comunicación en las que se barajan aspectos como la moralidad de lo ocurrido, y la calificación de justa o injusta la actuación de la empresa o la de Galliano, vemos también algunos de los principios que propone Habermas. Quizás, en estos principios se les da más peso a la Sociedad Civil, y a los afectados en el conflicto. Sobre todo, en este caso observamos el principio de inclusión, a través de esa denuncia por los medios de comunicación y la empresa en cuestión. Sin duda alguna, dos grandes poderes que hacen más fuerte esa igualdad que promulgan los derechos humanos, y que también se convierte en otro principio importante dentro de la clasificación realizada por Habermas.

En cuanto a resultados, tanto cualitativos como cuantitativos, no creo que la marca se vea afectada, ya que se apoya en un mundo de superficialidad y elitismo que siempre estarán ahí y le reportarán cuantiosos beneficios.
En cuanto a las críticas de los compañeros, independientemente de que piensen o no lo que han declarado, vende más criticar una actitud inmoral e injusta, que no apoyarla. Aunque no suene nada esperanzador, en los últimos años está muy de moda (nunca mejor dicho), dejar la moral en un segundo plano e ir en contra de los principios de uno mismo, sólo por imagen y aceptación social. ¿O creéis que John Galliano ha cambiado de pensar en dos días, y de repente adora a los judíos?
Es triste, pero ahora, al todo por la pasta, se le suma el todo por la imagen, aunque para ello se tenga que ir contra de los principios de uno mismo.

En mi opinión, Galliano tiene unos pensamientos que no caben en la sociedad de hoy en día. El diseñador se ha sobrepasado con estos comentarios antisemitas, y aunque estuviera bajo los efectos del alcohol, es evidente que piensa de esa manera. Todavía se podía pensar en su inocencia, pero despues de la publicación del vídeo, no tiene defensa alguna. La casa Dior, al tratarse de una marca de gran reconocimiento, no puede permitirse que uno de sus diseñadores haga ese tipo de comentarios y se le relacionen con esa clase de ideologías, por tanto veo lógico que haya decidido despedirlo.

 

Ante todo este escándalo, Galliano está siendo objeto de gran número de críticas, y su imagen se está viendo gravemente dañada, esto, junto con la posible condena en prisión, creo que han sido los motivos que han propiciado que pida disculpas por los comentarios realizados.

 

En cuanto a las pretensiones de validez, no podemos decir que se cumplan todos los supuestos, aunque podemos decir que se cumple la pretensión de inteligibilidad, ya que entendemos lo que Galliano quiere decir, es decir es inteligible,y la de veracidad, ya que Galliano dice la verdad ya que lo piensa,  pero el resto no se cumplen, por tanto, podemos decir que no se cumple la pretensión de validez.

Desde mi punto de vista, el diseñador John Galliano faltó a la moral (aquello que es bueno o aceptado por todo el mundo), es inadmisible que en pleno siglo XXI, 62 años después de la declaración universal de los derechos humanos y en plena expansión de la globalización siga habiendo personas fomentando este tipo de ideas.

 

Creo que el Sr. Galliano, pidió perdón simplemente para limpiar su imagen, utilizando los mínimos de la ética; hacer lo correcto y lo correcto en ese momento y que se esperaba todo el mundo cómo mínimo era que que se disculpara públicamente, para eso recurrió a un discurso moral (hacer lo correcto).

 

En dicho comunicado creo que las pretensiones de validez que se rompieron fueron la veracidad y la verdad. No es creíble que una persona que manifiesta un tipo de ideas, deje de pensar así de un día para otro. Creo que faltó a la veracidad en cuanto a que el comunicado no tiene nada de honestidad, si ya falta la veracidad automáticamente no podemos hablar de la existencia de la verdad porque nadie se traga el cuento de que el Sr. Galliano estuviera sinceramente arrepentido.

 

En cuanto a la firma de moda italiana, actuó correctamente, ante semejante actitud, no se podía esperar más de la misma que relevarle de su cargo.

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