Comunidad ÉTNOR

Foro de debate sobre ética y responsabilidad social en empresas y organizaciones

 

 

Inside job [Trabajo confidencial], la película dirigida por Charles Ferguson y narrada por Matt Damon que ganó el premio al mejor documental en la pasada edición de los Oscar, se ha convertido por méritos propios en todo un referente para entender la actual crisis global. El film pone el dedo en la llaga y muestra tanto las causas que la provocaron, la desregularización injustificada del mercado financiero en USA, como los responsables del tal desastre, banqueros despiadados, políticos clientelistas, agencias calificadoras corruptas, burócratas de moral distraída y profesores universitarios muy poco profesionales. Un cóctel altamente nocivo para la sociedad que explica las bases de una crisis económica que ha puesto en peligro la estabilidad de todo un planeta y cuyas consecuencias están siendo desastrosas para los grupos más desfavorecidos.

La película nos ofrece una oportunidad inmejorable para reflexionar críticamente sobre las causas y consecuencias de esta despiadada crisis, así como para valorar la idoneidad de las medidas que se están tomando para resolver el problema.

 

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Este documental explica a la perfección y de forma muy sencilla cómo hemos llegado a la reciente crisis financiera mundial. Todo comenzó al otro lado del Atlántico, en los Estados Unidos de América.
El poder que ostenta Wall Street es tal que durante años han campado a sus anchas, promoviendo leyes que favorecen sus negocios, presionando a los distintos gobiernos mediante el cabildeo (lobby) e incluso introduciéndose como asesores de los gobernantes o en puestos clave del sistema financiero estatal (Reserva Federal).De hecho, se habla ya de un “Gobierno de Wall Street”.
Pues bien, son estas personas las que con su codicia desmesurada y el beneplácito de los distintos gobiernos (tanto demócratas como republicanos) crearon una burbuja inmobiliaria que al explotar, hundió la economía global. La manera en que todo esto se gestó se puede resumir así: por un lado pagaron a las agencias calificadoras, encargadas de determinar el grado de riesgo de las inversiones, para que calificaran las inversiones de alto riesgo como súper seguras (AAA); por otra parte, se cambiaron los límites del nivel de apalancamiento (que mide la relación entre el capital propio y el crédito invertido en operaciones financieras). Así, dentro de un sistema financiero totalmente desregulado, se formaron compañías financieras tan grandes y con tanto poder que la quiebra de únicamente una de ellas supondría el colapso del sistema. Hay que apuntar que a mayor tamaño, también se consigue la “garantía” de que el Estado acudirá al rescate en caso de debacle (como acabó sucediendo). La facilidad para conseguir un crédito hipotecario provocó un aumento desmesurado en el precio de las viviendas. Pero no pasaba nada (hasta que pasó) porque nos lo vendían como prosperidad y continuo crecimiento económico. Tampoco debemos olvidar que nosotros, los consumidores, nos creímos la historia y contribuímos a que la bola de nieve creciera mediante la obtención de más y más créditos (¿quién se conforma con una tele cuando puede tener dos? ¿Quién quiere una tele normal cuando puede tener una de plasma y pagarla “cómodamente” a plazos?). Cuando todo explotó, los bancos habían invertido hasta tal punto, que sus arcas estaban vacías (no así los bolsillos de los directivos). La globalización hizo el resto y todas las economías se vieron afectadas.
Las consecuencias de estas conductas las estamos sufriendo todos hoy en día.Bueno, todos no. ¿Qué creeis que les pasó a los culpables? ¿Fueron juzgados? ¿Tuvieron que devolver el dinero que habían conseguido engañando a los ciudadanos? ¡Que va! Nada de eso. Los directivos de las grandes compañías estadounidenses salieron ilesos y, por si fuera poco, con indemnizaciones multimillonarias. ¿Y adónde fueron a parar muchos de ellos? De nuevo a puestos de consejo dentro del gobierno de Obama.
Desde ahí, siguen luchando para impedir una nueva regulación del sistema bancario y, por ahora, lo están consiguiendo.
Resulta muy frustrante ver cómo una minoría goza de inmunidad para hacer y deshacer a su antojo, cómo por culpa de unos pocos hay 50 millones de personas más por debajo de la línea de la pobreza (personas que seguramente nunca han oido hablar de derivados financieros), cómo la clase media está desapareciendo para dejar paso a dos clases bien diferenciadas: los muy ricos y los pobres. No es que los comportamientos de estos sujetos puedan ser definidos como “poco éticos”, es que son salvajes. No sé si esas empresas promueven la acción social, pero desde luego no son empresas socialmente responsables. Después de comprobar el poder de estos grupos de presión (que aunque parezca imposible, ha ido en aumento tras la crisis) y la impunidad de la que gozan, me resulta muy complicado creer que la sociedad tenga alguna posibilidad para pararles los pies. En mi opinión, la base del problema es la falta de valores comunicativos y la sustitución de éstos por un modelo económico neoliberal que premia la maximización de beneficios a toda costa y cuyos límites se han desdibujado por completo. Parece que los principales representantes del sistema financiero creen fervientemente en las doctrinas defendidas por Friedman, para quien el deber de responsabilidad debía reducirse a las personas, no a las corporaciones. Por otra parte, estas grandes organizaciones han olvidado que la empresa plural de hoy en día es inconcebible si no se tienen en cuenta todos los stakeholders. La forma de actuar de estas personas rompe todas las reglas necesarias para la existencia del Contrato Moral, el acuerdo racional entre todos los grupos de interés a través del cual se cristalizan las expectativas que éstos tienen de la organización y que tiende a buscar la garantía de los intereses particulares de agentes y pacientes. Además la aplicación del contrato precisa de transparencia (algo que sin duda brilla por su ausencia, tal y como se muestra en el documental). Después de comprobar que, a pesar de todo, los culpables siguen ostentando el poder que les permite continuar con sus corruptelas, la única salida que, en mi opinión, puede llevarnos a un cambio de rumbo supone todo un reto: modificar la mentalidad de estos tiburones de los negocios.
Se necesitan unos minutos para asimilar la información que nos proporciona este ilustrativo documental. Personalmente, mis primeras reacciones son una mezcla de impotencia, rabia y falsedad, entre muchas otras cosas.

Tras la prosperidad de la economía estadounidense se ponen todo tipo de impedimentos para llevar a cabo una regularización de los mercados financieros. Cuando los avances tecnológicos dan a luz a los derivados financieros también hubo un intento por regularizar tales instrumentos, pero los principales bancos se encargaron de que estas medidas no salieran adelante (incluso utilizando la intimidación). Aquí surge a relucir la hipocresía de muchos pues decían apoyar esta normalización cuando realmente estaban engrosando sus carteras. Desde mi punto de vista, las agencias calificadoras como AIG son grandes responsables de esta gran crisis globalizada, pues otorgaban la calificación AAA (siglas que indican que la expectativa de riesgo en la inversión es muy reducida), sin hacerse responsables en caso de equivocación en la calificación. Es increíble que siguiesen teniendo calificación poco riesgo empresas que dos días después estaban en bancarrota. También es sorprendente la falta de moralidad de los emisores de CDO’s que, a sabiendas de que estos instrumentos estaban construyéndose sin una base sólida y que ya no era aconsejable invertir en ellos, continuaban recomendándolos mientras los agentes apostaban contra ellos. La cuestión principal siempre es ganar dinero y más dinero, y arriesgar cada vez más, otorgando hipotecas subprime, disminuyendo los límites de apalancamiento, etc.

Pero, ¿Cómo se va a regular el mercado financiero o a advertir y solucionar este problema cuando políticos y expertos se encontraban en un conflicto de intereses? Quienes anunciaban lo ocurrido no eran escuchados y los que podrían haber hecho algo eran profesores de importantes universidades que desempeñaban puestos directivos en las empresas (claro, ganando millones y millones de dólares) o asesoraban a tales empresas (por lo que también tenían una buena retribución). Gobiernos que no regulan y favorecen esta economía construida como una casa sin pilares, colocando en sus altos cargos (consejeros de economía de gobierno y directivos de la Reserva Federal) personas interesadas que solo querían seguir ganado dinero y mantener este sistema económico. Como se dice en el documental, que define totalmente la situación, es “el Gobierno de Wall Street”.

En este contexto no aparece ni por asomo ningún resquicio de ética empresarial ni de moralidad. Tampoco se cumple con la teoría de los stakeholders pues no se tiene en cuenta la pluralidad de intereses e incumple el supuesto básico de inseparabilidad de la ética. No son empresas responsables pues su responsabilidad no es hacia todos los stakeholders, hay una inexistencia de equilibrio en sus intereses. Sobre el ámbito de la responsabilidad que se le atribuyen a las empresas, a mi parecer, éstas descuidan todos los ámbitos (no creo que visto lo visto les importe mucho el medioambiente), sobre todo el social, y en cuanto a los tipos de responsabilidad no serían empresas postconvencionales pues no tienen en cuenta los criterios morales. El comportamiento de las empresas e individuos que aparecen en el documental respondería en gran medida a la ideología de Milton Friedman acerca de la RSE. A estas organizaciones solo les importa el beneficio económico despreocupándose por completo de la RSE, entienden la empresa de forma unitaria (no plural donde se tienen en consideración todos los grupos de interés). Para Friedman obtenemos la legitimidad de la empresa si ésta genera el suficiente beneficio, pero realmente generamos legitimidad cuando somos transparentes, entramos en dialogo con los grupos de interés y cumplimos el contrato moral con los demás.

Esperemos que lo ocurrido nos haga mejorar y no cometer los mismos errores, cosa que dudo, y más dejando impunes todos estos actos fraudulentos. La población necesitamos salir de la mayor crisis de todas, la de la confianza.

Como decía un escritor que interviene al principio de la película, “todo tiene sus consecuencias” y así es, todos estamos pagando el abuso que han hecho algunos del sistema y el afán de tener más y no conformarse con lo que ya tenían, que ya era mucho, esta frase que han dicho lo resume todo: “nunca era suficiente”. El poder por parte de las grandes compañías hacía que pudiesen seguir influyendo en la economía global sin que nadie les parase, también en parte porque al calificarles las agencias de rating, estas últimas lo hacían con puntuaciones muy buenas, entonces era como si se pudiese confiar en las grandes empresas; y en todo momento ha estado ligado la política a las finanzas. El mayor problema es que al ser un mundo globalizado, todas las economías están ligadas y por lo tanto, cuando una “cae” el resto va detrás.

Destacar también otra frase que me ha llamado la atención “esta crisis no fue accidental” y el hecho de que se montase un campamento con personas que habían perdido su empleo y estaban viviendo en la calle en tiendas de campaña. No se habría llegado tan lejos si no se hubiese permitido tanto y no hubiese habido esa desregularización.

 

Desde luego, en Wall Street las acciones que se llevaban a cabo eran para el interés propio. En cuanto a los niveles de legitimidad empresarial, parten de un nivel en el que la legitimidad se centra en el beneficio económico. La perspectiva ética entra en juego pero limitada a la obediencia de las leyes legítimas. El cumplimiento de la ley es algo necesario, pero para construir la legitimidad empresarial necesitamos el nivel moral que hace referencia a las expectativas que no se dejan encerrar dentro del marco económico y legal, y que forman parte de las obligaciones que la empresa tiene respecto a sus grupos de interés. Hablamos de una aplicación directa de los recursos morales a la empresa y de una legitimación social que va más allá del derecho, esto es lo que ellos no han tenido en cuenta porque en algunos casos las leyes no las han cumplido ya que ha habido fraudes, aún así les han dejado hacer lo que querían. Además se han olvidado de la responsabilidad social entre otras cosas porque a sus propios clientes les engañaban vendiéndoles derivados o ofreciéndoles las hipotecas subprime sabiendo que eso no era bueno ni para ellos ni para el mercado. Estos tres niveles constituyen la credibilidad de la empresa, pero visto lo visto no se puede creer ni confiar en ellas.

El contrato moral de las empresas con la sociedad tampoco se ha dado. Las empresas no han actuado como se esperaba de ellas y por lo tanto, más que ganar confianza han generado aún más desconfianza. Aún así los responsables de la crisis siguen en el poder, pero eso tiene que cambiar.

La película Inside job [Trabajo confidencial] relata muy bien los hechos que llevaron a la delicada situación en la que nos encontramos. Todo se origino en Estados Unidos y las repercusiones se han dado en todo el mundo.

Los grandes pesos de Wall Street han basado su política en el poder que tienen sobre el resto del mundo, introduciéndose en puestos donde se les permitía tomar decisiones basadas en su propio beneficio y sin pensar ni en las repercusiones ni en los demás.

Se creo una burbuja inmobiliaria nunca vista, que como cabía esperar llego a su fin llegando a crear una situación critica para todas las economías del mundo.

 

Se puede resumir el proceso de la siguiente manera:

En EE.UU, empezaron a tomar una serie de cambios. En primer lugar, hicieron que las agencias de calificación del riesgo de las inversiones, las calificaran con AAA que significa que son inversiones muy buenas y rentables cuando en realidad no lo eran, sino que tenían un elevado riesgo. También cambiaron el límite de apalancamiento que es la relación entre el capital propio  y el crédito invertido en una operación financiera.  El incremento del apalancamiento aumenta los riesgos de la operación, dado que provoca menor flexibilidad o mayor exposición a la  insolvencia o incapacidad de atender los pagos.

Estos cambios favorecieron la creación de grandes compañías financieras. Esto era bastante arriesgado ya que al tener tanto poder en el mercado, el hecho de que una de ellas quebrara desestabilizaría todo el sistema. Al ser grandes empresas daban la seguridad de que en caso de quiebra el Estado correría en su rescate, pero sin pensar que esto traería consigo grabes consecuencias.

Con todo esto empezaron a conceder créditos hipotecarios a personas sin garantías (las llamadas hipotecas subprime), cosa que hizo que el precio de las viviendas se incrementara exponencialmente. La gente al ver la facilidad en adquirir créditos, los pedían constantemente para satisfacer sus caprichos. Por ejemplo una persona quería comprar una vivienda tasada en 70 pero pedía un préstamo de 100 para gastar los 30 restantes en amueblarla, viajes, regalos, ropa, etc. Se dieron unos años de crecimiento económico, y se veía este sistema como una oportunidad de crecimiento. Todo el mundo tenia de todo y más y si no tenían el dinero lo pedían sin problemas, pagando las cosas a plazos y haciendo todavía más grande la farsa. Nadie pensaba en que todo lo que crece tan desmesuradamente llega un momento que cae en picado.

Como era de esperar, todo este mundo maravilloso que se había creado en unos años toco a su fin. Esto se produjo cuando la Reserva Federal empezó a subir los tipos de interés para intentar hacer frente a la inflación. Fue entonces cuando el precio de la vivienda cayó de una manera abrupta. Las personas no pudieron satisfacer sus deudas y los bancos tuvieron problemas de liquidez. Esto llego a afectar a la Bolsa y en poco tiempo afecto a todas las economías del mundo convirtiéndose en una crisis financiera global.  

Hay que decir que esto no afecto a todos de la misma manera ya que los especuladores que nos llevaron a esta situación vieron sus carteras incrementadas con cifras inimaginables. Precisamente los culpables de la catástrofe son los que se han visto beneficiados, dejando el marrón a todo los demás.

Resulta poco ético ver que ciertas personas que gozan de un privilegio y un buen puesto de trabajo, por su ambición, puedan ser capaces de jugar con este tipo de cosas, sin pensar el daño que pueden causar si no sale bien. Muchas familias se han visto gravemente afectadas, con sus vidas cambiadas por algo que ni siquiera pueden llegar a entender.

Puede ser que lo que nos ha llevado a esto sea el sistema neoliberal vigente. Este sistema pretende reducir al mínimo la intervención estatal en materia económica y social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país.

Se puede apreciar que todo esto no cumple con ningún supuesto de las teorías de ética empresarial y moralidad. Solo se pensaba en el interés de unos pocos y no se conformaban nunca, siempre querían mas, movidos en todo momento por la ambición.

En cambio si que se ajustaría al modelo de Milton Friedman. La empresa se ve como algo no plural ya que no se tienen en cuenta los grupos de interés de la sociedad. El objetivo es maximizar los beneficios sin tener en cuenta para nada la Responsabilidad Social Empresarial.

La legitimidad empresarial se debería obtener siendo claros en todo momento y pensar las consecuencias de las cosas antes de actuar. Luchar por el bien común y sobretodo nunca perder la moralidad.

Estos acontecimientos deberían ser el principio de un cambio en la mentalidad de aquellos que tienen mas poder y que pueden influir en la situación de todos. Esperemos que no se vuelva a dar una situación como esta y si se da, que no sea debida a esta falta de conciencia por parte de unos pocos.

 Para comenzar, la película nos está mostrando el proceso que siguió la economía hasta alcanzar la presente crisis económica existente en muchas partes del mundo.

 

Pero en mi opinión, esta crisis económica ha traído consigo más problemas a parte de los económicos, ya que para conseguir más beneficio se ha tenido que renunciar a otras cosas, como podría ser los recursos naturales. Estos han sufrido un empeoramiento, a causa de que las empresas para poder mejorar su producción y no sufrir tan fuertemente las consecuencias de la crisis, se han dedicado a contaminar más o a empeorar las condiciones del medio ambiente. Esto nos lleva a plantearnos un problema moral, debido a que muchas personas (no solo empresas) se han saltado principios morales para obtener mayor beneficio sin importarles las consecuencias que pudieran tener en el resto de personas o en el medio ambiente.

 

Por culpa de estas personas (que solo piensan en ellas), otras muchas han sido muy afectadas por la crisis quedando en pésimas situaciones, algunas incluso sin un lugar donde vivir, sin tener en cuenta el “Boom” producido en el paro, que se ha incrementado en cifras alarmantes.

 

Por esto en mi opinión, esta crisis económica se puede considerar también una crisis de moral, muchas personas buscando su beneficio han perdido la capacidad para poder seguir utilizando el capital social ya que lo han utilizado de forma estratégica, a parte que no poseen recursos morales para tener la capacidad de realizar sus acciones sin tener que perjudicar a otras personas. Y por último decir que no poseían expectativas morales ya que solo pensaron en su bienestar y no tuvieron en cuenta el de las demás personas.  

Este documental  nos propone  un acertado y didáctico acercamiento a las causas y consecuencias de la crisis financiera por la que hemos y seguramente seguiremos sufriendo. El director Charles Ferguson no se anda con rodeos y desde el principio no duda en señalar como culpables de la crisis a las más altas esferas que dirigen el sistema financiero estadounidense. Banqueros, políticos, burócratas y hasta los mas eminentes profesores universitarios de las facultades mas prestigiosas del pais, no se escabullen del amplio punto de mira del director. Charles  deja claro desde un principio que la crisis no ha sido un accidente.

 

El documental expone como el sistema financiero ha pasado a convertirse en una industria criminal, con el unico fin de incrementar la cuentas bancarias de los integrantes de las instituciones financieras y economicas.

Todos sabemos cómo y porqué se inició la crisis. Todos podemos poner nombres y apellidos a algunas de las “personas” y mafias  que la provocaron. Pero Inside Job no nos habla sólo del cómo, quien y porqué, que lo hace y lo explica estupendamente, también nos muestra como buena parte de esos “criminales” que con su ambición desmedida y su estupidez han provocado la desgracia de millones de personas, siguen ocupando puestos de poder decisivos en la administración de  Barack Obama,

En primer lugar, me gustaría decir que la película Inside Job, se trata de una buen documental que narra de una forma muy directa y clara, el origen de la crisis financiera mundial en la que actualmente nos encontramos.

Todos sabemos el poder económico del gigante americano, EEUU, y, es ahí precisamente donde se ha originado la citada crisis.

Todo comenzó en el momento en el que los diferentes inversores, en época de prosperidad empezaron a invertir, hasta crear una “burbuja” financiera e inmobiliaria, con el objetivo de poder extraer el máximo beneficio para ellos mismos, todo esto haciéndolo evitando la imposición de unas normas que disminuyeran sus beneficios.

Tras ver el documental, me he dado cuenta del grado de hipocresía e inmoralidad de bancos, agencias e inversores, puesto que son los que han ido moviendo los hilos en función de sus intereses. Con todo esto, podemos ver como todas las personas con altos cargos que se nombran en el documental, no pensaban en las consecuencias de sus actos, puesto que creo que nadie era capaz de imaginarse la situación en la que el mundo global se encuentra actualmente. Ejemplo de ello, tal como se narra en el documental,  serian las hipotecas que se daban sin que las personas presentaran ningún justificante como que recibían X ingresos, ni  como que tenían un contrato  (las llamadas hipotecas subprime). La consecuencia directa de esto fue un brutal aumento de precio de viviendas, pero eso no era un problema, pues las personas a pesar de ver que los precios se incrementaban al tener un acceso tan fácil a los préstamos, iban aumentando sus deudas, entrando así en un circulo virtuoso, que pronto estallaría. Pero, ¿qué hacían las entidades bancarias con estos préstamos? Los riesgos que suponían las hipotecas los colocaban en paquetes en el mercado en forma de bonos, atrayendo de esta manera a los grandes bancos de Wall Street.

 

No obstante, y, siguiendo el curso del documental, se puede observar como todo esto no era tan perfecto y no iba a durar eternamente, como los grandes inversores pensaban. Cuando se dieron cuenta de la inflación que había en el mercado, los bancos empezaron a tener problemas de liquidez, y, en como consecuencia todo esto afectó a la bolsa, la cual al ser mundial, empezó a caer de forma brutal. No obstante, las personas que han salido perdiendo en esta crisis, tal como se afirma en el documental, han sido las personas de clase media que, por ser un poco más ambiciosos y querer darse un capricho, han sufrido y están sufriendo en la actualidad problemas financieros, pues los que nos “han metido” en esta crisis, no han salido tan mal parados, pues todos se han quedado con sus beneficios. Por tanto, podemos claramente ver, como las empresas únicamente se han preocupado por ellas mismas y por su beneficio, y, que ahora dejan la ética y la moral en un segundo plano, pues hay muchas empresas que al no tener demanda de sus productos y servicios, han tenido que cesar su actividad, lo cual ha provocado que las tasas de desempleo hayan aumentado, como nunca antes en la historia se había visto.

 

Como frase destacada, que me ha llamado mucho la atención ha sido “esta crisis no fue accidental”, puesto que al oírla aún me he sentido más impotente, puesto que no puedo imaginar, por que si se sabía de la posible existencia de esta crisis nadie avisó, y todo siguió hacia delante.

Me parece increíble, la poca moral que puede llegar a tener una persona que está viendo como se va a producir una crisis a una escala tan grande, y, no se avise, o se ponga en sobre avise. En este caso no se trata de una persona, sino de muchas, lo cual aún agrava más la situación.

Se va a necesitar mucho esfuerzo para que las personas vuelvan a confiar en los grandes bancos y empresas, que actualmente de alguna manera les “han dado la espalda”, y han dejado que sean ellos mismos los que salgan de la situación en la que se encuentran, sin contar con que son los que menos culpa tienen de la crisis que están viviendo.
El documental Inside Job nos muestra un círculo vicioso, además de corrupto, en el que los protagonistas son los políticos, grandes corporaciones, entidades financieras y el propio Gobierno. Sin duda alguna, cuatro pilares fundamentales en el funcionamiento económico de la sociedad, que ellos mismos y con sus prácticas poco éticas la han llevado a una profunda crisis no sólo financiera, sino de valores.

En esta visión de empresa que nos ofrece Inside Job, si que tienen cabida los argumentos que Friedman expuso sobre el concepto de empresa y lo que suponía para ésta ser socialmente responsable.

Centrándonos en el primero, se nos dice que en un sistema de mercado, el objetivo de la empresa es “hacer cuanto más dinero sea posible conforme a las normas básicas de la sociedad, tanto las legales como las éticas”. El problema de dicho concepto radica en que tanto las normas como la ley, serán cumplidas siempre y cuando la empresa genere suficientes beneficios económicos para sus accionistas. Es un “todo por la pasta”, pese a quién le pese, o mejor dicho, pise a quién pise, en el que un claro ejemplo son las declaraciones del ex vicepresidente de Lehman Brothers afirmando que “los tratos de 50 millones de $ eran demasiados pequeños, y nos decantábamos por los de 100 millones de $. Sin duda alguna, una visión de empresa unitaria un tanto arcaica, que nada tiene que ver con la actual empresa plural en la que aparentemente, si que se tienen en cuenta a los stakeholders y todo lo que eso conlleva.
A modo de anécdota y siguiendo con ese “todo por la pasta” en el que los escrúpulos se dejan en un segundo plano, y tampoco se tienen en cuenta a la mayoría de los grupos de interés, se podría explicar el por qué muchos de los directivos de grandes empresas son consumidores habituales de cocaína. Y es que, aunque aparentemente no tenga nada que ver con aspectos económicos, cuando se consiguen cerrar tratos de grandes cantidades de millones, se activa la misma zona del cerebro que cuando se consume dicha sustancia. Así pues, se genera una relación de dependencia tanto con la cocaína como con el dinero, en la que como un yonki más, el directivo de turno está dispuesto a delinquir, aunque para obtener su dosis, tenga que destrozar a medio planeta.


El segundo argumento de Friedman nos dice que “no existe criterio objetivo para mediar lo que es socialmente responsable”, y ante ello, lo que tiene que hacer la empresa es “respetar la legalidad de la misma”. Ante ello, Domingo García-Marzá, en su crítica a esta segunda afirmación va mas allá que Carroll y dice que “la empresa es un proceso donde intervienen diferentes grupos de interés, porque de no ser así, la empresa no sería empresa” (valga la redundancia). Se trata de generar un diálogo con los grupos de interés de la empresa, y para ello será necesario comprometerse a una transparencia, o lo que es lo mismo, llevar a cabo el principio de publicidad.

Todo ello, empresas como Lehman Brothers o Goldman Sach, grandes bancos financieros, no lo pusieron en práctica y se hicieron ricos a costa de mentiras y fraudes, aprovechándose de la confianza depositada en ellas por parte de sus clientes e inversores, y como no, del apoyo del Estado y de empresas externas (en este caso las auditoras) que eran las que daban el visto bueno a toda esa farsa que habían construido y de la se estaban lucrando.
Un claro ejemplo es la concesión de las hipotecas subprime a gente que no podía hacerle frente, y aún sabiéndolo, las entidades financieras firmaban el documento de concesión, porque así los ricos (los bancos) lo serían más a costa de alimentar el sueño americano basado en la superficialidad económica.
Otro fraude más fue llevado a cabo por las mismas corporaciones ya citadas, el cual consistía en recomendar la compra de CDO a sus clientes, cuando en realidad era un valor poco seguro. El engaño se sustentaba gracias a la complicidad (previo pago) de empresas auditoras como Moody’s y S&P, que calificaban a los CDO con la nomenclatura AAA, lo que se traducía en el valor más seguro que se podía encontrar en el mercado. Con ello, lo que conseguía era beneficiarse de las pérdidas económicas de sus clientes, ya que contaban con un seguro de impago (AIG) que les garantizaba el cobro a Lehman Brothers y Goldman Sachs, aunque los compradores de CDO estuvieran en números rojos.

Con estos dos ejemplos (que podrían ser muchísimos más) se ve claramente infringido ese principio de publicidad al que se hacía mención al inicio, “además de morder la mano que les estaba dando de comer” a través de mentiras y engaños a sus propios grupos de interés.


Por último, y centrándonos en el tercer argumento de Friedman en el que afirma que la “RSE es en realidad un fraude” cabe destacar la aparición en los 90 de la inversión de los derivados en los que se podía invertir en cualquier actividad, aunque no tuviera nada que ver con la que desempeñaba la empresa. A través de este nuevo producto, muchas corporaciones financiaban actividades poco éticas, y no menos responsables socialmente, como misiles para Irán, actividades petroleas… Además, contaban con el apoyo del Estado y del Congreso que en el 98 rechazaron la propuesta de su regulación, junto a la aparición de la Ley de Modernización de futuros que también apoyaba esa decisión. Frente a ello, y de cara a la galería, corporaciones como Goldman Sachs anunciaron un programa de asistencia para unas 10.000 pequeñas y medianas empresas por unos 500 millones de $, para capacitación y apoyo en la búsqueda de capital. A su vez, donaron 200 millones $ para educación y alrededor de 300 millones de $ en préstamos y donaciones. Con esa estrategia de comunicación si que se cumple lo que Friedman decía en relación a la RSE, y es que ésta “lo que esconde no es más que el encubrimiento de acciones que se realizan por otros fines”. En definitiva, “se trata de llamar beneficio social a lo que sólo es un medio para el beneficio privado de los accionistas o propietarios”.

Las ventajas de la RSE las potencia Domingo García-Marzá a la comentada crítica diciendo que dicha responsabilidad, es “una segunda piel que se va generando a lo largo de su existencia”, pero eso sí, hay que saber gestionarla, y como no, comunicarla. En ese sentido, y siguiendo con Lehman Brothers, lo tenían todo en ese aspecto. Se trataba de una institución con más de 150 años de antigüedad y se encontraba entre los cinco bancos de inversión más grandes y prestigiosos del mundo, pero en su caso, la avaricia y la codicia pudieron más que esa confianza y reputación que habían creado y gestionado durante años.

En definitiva, no importan el bando en el que estés ni el rango que ocupes, vayas a donde vayas siempre habrán empresarios sin escrúpulos apoyados por una serie de peces gordos, porque a la sociedad se le ha educado para que alcance un status que lo determina los ceros que se tiene en la cuenta corriente, y si para ello, me arriesgo a hundir a más de medio planeta en la miseria, se hace y mañana será otro día.

Sin más, bienvenidos a la era sin escrúpulos, corrupción y millones de sueños rotos. Y lo que aún nos queda…

Viendo la película Inside Job he podido profundizar y adquirir nuevos conocimientos acerca de la preocupante situación actual, más para unos que para otros. Lo que antes era terreno sano y virgen, poco a poco fue empezando a convertirse en industria. Era el inicio de la situación que se veía venir.

 

Claramente nos explica como se ha llegado a esto, y tiene una estrecha relación con el contenido de la asignatura.  En su momento, la gente que manejaba grandes cantidades de capital, junto con expertos en matemáticas y otras ciencias relacionadas, empezaron a estudiar formas estratégicas de ganar cantidades de dinero muchísimo mayores.

 

Me ha llamado la atención de la película la cantidad de veces que se cita la palabra RIESGO, "¿El desarrollo financiero crea un mundo más riesgoso?", "los bancos ofrecian a sus corredores incentivos por vender prestamos con más riesgo de no poder ser devueltos"...  Es muy fácil arriesgarse cuando no es uno el que va a sufrir las consecuencias, sino las pobres familias más ingenuas y poco entendidas en economía a las que se les promete poder tener por ejemplo una vivienda más grande o lujosa, concediendoles préstamos interesantes. Otra frase del documental que me ha llamado la atención en relación a esto es la siguiente: Estaban recompensando a la gente por correr riesgos gigantes. Es algo poco responsable, más aun, cuando la gente no sabe realmente el riesgo que está corriendo. A los prestamistas no les importaba si se les devolvía el dinero, les interesaba más volumen de créditos, sin importarles las personas perjudicas en sus maneras de conseguirlo, y en el hecho en sí.

 

La actitud egoísta y poco responsable con la sociedad, no solo a sido de los bancarios, ya que tambíen estaban implicados políticos, y legisladores, que se supone que deben velar por los intereses de los ciudadanos y no siempre es así, ya que se citan varios cambios en la legislación para que esta preparación de la bomba que ha estallado siguiera adelante sin ningún tipo de problemas. También habla la película de sobornos, es decir, todo tipo de actuaciones que yo pienso que ya no debemos calificarlas de no responsables, sino de estrategia pura y dura, una verdadera barbaridad por dinero, por más dinero del que ya tenían.

 

En ética empresarial cuando hablamos de utilizar los recursos morales de forma estratégica, sabemos que se pierde la confianza. Quizá en otro ambito podemos cambiar de empresa, de marca de algún producto... pero aquí es mucho más lo que está en juego, la economía de miles de familias. Además, la falta de responsabilidad no ha sido de una empresa en concreto, sino de todo un grupo de expertos, empresarios funcionarios y personal de un gradísimo poder, por lo que la repercusión se vive en casi todo el mundo y se seguirá viviendo de forma prolongada en el tiempo.

 

Intersante también la metáfora del buque con carga, con compartimentos interiores para que la desestabilidad de uno de ellos no afecte a los demás, que poco a poco fue pasando a crear un solo compartimento con riesgo general.

 

Para mi esta crisis se resume en estratégia y egoísmo de unos, sumado a desconocimiento y confianza de otros.

 

 

La película Inside Job nos da una descripción detallada de los orígenes y el desarrollo de la crisis económica y financiera en la que hoy estamos inmersor prácticamente a nivel planetario. Desde mi punto de vista los orígenes de la crisis son el recelo y el egoísmo de las grandes corporaciones, políticos, Gobiernos, entidades financieras, etc. Todos han confundido el beneficio de la empresa con el beneficio propio y han dejado de lado las repercusiones que sus propios intereses pudiran tener en la sociedad.  El resultado lo tenemos ante nuestros propios ojos: Empresas en la quiebra, trabajadores en el paro, familias arruinadas, etc.

 

Por lo que respecta a los tres argumentos que Friedman defiende en su modelo de empresa, los encontramos en el documental. Por lo que dicho modelo de empresa esta poco desarrollado.

 

Por ejemplo, el argumento de que el fin de la empresa es conseguir el mayor beneficio económico posible, lo vemos totalmente desarrollado en la película. El recelo y egoísmo del que hablabamos antes viene dado por este argumento, de conseguir cada vez más dinero sin que las repercusiones futuras se tuvieran en cuenta. El mayor ejemplo lo encontramos en el sector inmobiliario, en el que los precios de los edificios habían llegado hasta cifras insospechadas. La consecuencia de este caso fue que los ciudadanos adquirieron hipotecas que luego con la llegada de la crisis no pueden devolver, por lo que el banco acaba quedándose con la casa, aunque el individuo sigue pagándola. Esto ocurre porque el valor de la vivienda no se correspondía con su precio en el momento de su adquisición, y ahora, puesto que el banco se ha dado cuenta de ello exige (mediante ley) que el individuo siga pagandola.  Desde mi punto de vista una gran injustícia creada por el sistema. De esta manera vemos reflejado también el segundo argumento de Fridman "No existe criterio objetivo para mediar lo que es socialmente responsable", puesto que vemos una clara consecuencia en la sociedad a causa de velar únicamente por el interés propio. La responsabilidad de las entidades financieras al otorgar las hipotecas era altísima, puesto que sabían que el precio era mucho más elevado que el valor de la vivienda, y aún así las concedieron. Tanto el Estado como las empresas auditoras están implicadas en este caso, ya que muchas entidades financieras cometieron fraudes en este aspecto y las empresas auditoras externas no supieron reaccionar correctamente. El Estado apoyó en todo momento esta actividad y tampoco supo actuar adecuadamente pensando en la sociedad, por lo que es un cúmulo de condiciones las que favorecieron la llegada de la crisis.

 

Por lo que respecta al tercer argumento de Fridman "La RSE es en realidad un fraude", lo encontramos desarrolado en la inversión de las empresas en actividades poco éticas, ya que el objetivo era sólo lucrarse. Se trata de empresas que invierten en misíles y armamento destinado a guerras en las que innocentes pierden la vida sin más, en actividades que dañan al medio ambiente como por ejemplo el apoyo a empresas que vierten sustancias químicas en ríos, amres y océanos, etc.  Estas empresas no tenían en cuenta un beneficio no económico, la imagen de marca, por lo que a la hora de la verdad sólo las empresas con una buena construcción de imagen han podido sobrevivir a la crisis económica y financiera.

 

En conclusión, la mayoría de las empresas que han seguido el modelo de Fridman no han podido sobrevivir a la crisis y han acabado desapareciendo, mientras que aquellas que han seguido un modelo contrario (por ejemplo el de Domingo García-Marzá) han podido sobrevivir y salir a flote en esta época tan difícil para toda la sociedad.

 

Este documental explica perfectamente la crisis financiera del 2008, que en términos generales se podría resumir de esta manera:

 

La concesión de los préstamos siempre ha funcionado de la misma manera, si te dejan dinero, el que te lo deja está corriendo un riesgo, pero con las hipotecas subprime, no corren ningún riesgo, debido a que el prestamista vendía estas hipotecas a determinados inversores, y pagaban a las agencias calificadoras, que calificaban las inversiones con la más alta calificación (AAA).En los últimos años el número de créditos hipotecarios concedidos aumentó considerablemente, ya que a los banqueros no les importaba el riesgo que tuvieran sino cobrar sus honorarios. Por esto se concedían prestamos a gente que no podía pagarlos. Al ser tan grande el número de prestamos concedidos (todo el mundo podía conseguirlo) los precios de las casas se dispararon, produciendo una enorme burbuja inmobiliaria.

 

Pero a partir de 2004 empezaron a subir los tipos de interés para controlar la inflación, y el precio de la vivienda, que no había parado de subir, empezó a bajar. Empezaron las ejecuciones hipotecarias debido al impago de la deuda, y muchas entidades comenzaron a tener problemas de liquidez para devolver el dinero a sus inversores, lo que llevó a la quiebra a varias entidades bancarias. En 2007, el problema de la deuda de la crisis subprime, empezó a contaminar los mercados financieros internacionales. Hasta el punto de que hoy en día está afectando a nuestra vida diaria.

 

Este documental nos muestra la codicia de los banqueros, movidos únicamente por las comisiones, y despreocupados por los sucesos que pudieran provocar sus actuaciones. Esto rompe con la ética empresarial y la moralidad vistas en clase, ya que únicamente se mueven por la ambición y no tienen en cuenta a la sociedad.

Lo visto en el video resulta impactante, realmente ya habíamos estudiado las causas de la crisis pero nunca lo había visto de una manera tan cruda. El video muestra como solo un puñado de hombres han desencadenado una crisis que ha afectado a millones de personas en todo el planeta. Sobretodo me llama la atención como esos mismos hombres, (los que se han dejado entrevistar) pueden hablar de ello de esa manera sabiendo las consecuencias de sus actos, y la manera en que de forma medianamente tranquila niegan o tratan de evitar las afirmaciones del entrevistador o cuando durante el juicio un directivo de una agencia de rating dice que sus valoraciones solo son opiniones, la gente no debe fiarse de ellas en un intento desesperado por quitarle responsabilidad a sus acciones . Lo mas increíble de todo es que la gran mayoría de ellos no solo no han sido duramente condenados sino que se han beneficiado extraordinariamente de su mala actuación con sumas enormes de dinero e incluso con cargos en el gobierno. Un entrevistado lo refleja muy bien cuando cuanta como todo era una carrera imparable por ver quien podía conseguir una mayor fortuna ya no les valía tener 5 aviones privados o mansiones de 20 millones. Sinceramente estoy totalmente a favor de que todos deberíamos tratar de conseguir lo máximo que podamos, pero de una manera en la que además contribuyamos a crear una sociedad mejor.

Realmente da que pensar sobre el poco apego que tienen algunas personas a sus principios y lo desviados que tienen sus valores personales.

Por otro lado es evidente que no cumplen el concepto de empresa plural en que se tiene en cuenta a todos los stakeholders…

No se cual puede ser la solución a estos problemas, estas empresas está claro que no tienen ningún tipo de responsabilidad social, por que iban a tenerla? Si conseguían convertirse en grandes firmas, podían arriesgarse muchísimo ya que si la cosa salía mal papa estado iría al rescate. Y es que ese tipo de leyes en su día fueron formuladas por y para los poderosos, por eso creo que se debería empezar por ahí, de otra forma pienso que no habrá muchos incentivos para que esto no pudiera volver a ocurrir.

 

 

 

 

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