Video de la intervención de Ramón Jáuregui en la Conferencia Europea de RSE

[Carmen Martí]

1. ¿Puede avanzar la cultura de la RSE sólo desde la voluntariedad? 2. ¿Es posible avanzar en la RSE sin una demanda social suficiente? 3. ¿Hasta que punto no es imprescindible para avanzar en la RSE la ordenación sectorial de las empresas? Estas son las tres cuestiones fundamentales que planteó Jáuregui en su intervención, realizada en el marco de la Conferencia Europea de Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) organizada con motivo de la Presidencia Española de la EU y celebrada en Palma de Mallorca los pasados días 25 y 26 de marzo.

En su discurso Jáuregui respondió a esta tres cuestiones con las siguientes ideas:

RSE voluntaria, sí, pero con politicas públicas "en serio" de RSE, que premien y establezcan sistemas de estímulo a las compras públicas, que financien los caminos de acceso de la RSE de las empresas, sobre todo de las pymes, y que formen a los directivos.

En segundo lugar, es necesario un sistema homologado de acreditación de la RSC, ya que si el entorno del consumidor no conoce no puede primar la RSE o la Inversión Socialmente Responsable, por ejemplo. En este sentido, es importante la denuncia de los comportamientos insostenibles e irresponsables. ¿Por qué no poner en el escaparate público las malas prácticas?

Por último, no habrá avance de la RSE sin ordenar y fomentar desde la UE el acuerdo voluntario de las organizaciones desde cada sector para que adquieran compromisos conjuntos en materia de RSE.

Video completo en:https://www.youtube.com/user/jordjauma?feature=mhw5

[Angel Crescencio Martínez Ortiz]

Estoy de acuerdo en los estímulos públicos a los comportamientos sostenibles de las empresas, a intentar elaborar comportamientos sostenibles por sectores, pero en lo que no estoy de acuerdo es en la forma de dirigir el comportamiento consumista de la población mediante un sistema de acreditaciones, semejante al que existe en otros ámbitos, como el de la calidad (ISO...). Lo necesario es introducir en el sistema educativo los valores que garanticen un comportamiento responsable y sostenible tanto cuando se actúa como consumidor como empresario; a veces, y de forma transitoria, no hay más remedio que ayudarse de la legislación para inculcar estos valores. Por otro lado, la actual situación de crisis económica, nos está enseñanado que el sistema de estímulos económicos para conseguir un comportamiento sostenible de las empresas no es un camino que se pueda mantener indefinidamente en el tiempo, ni que consiga mantener el comportamiento responsable más allá de la supresión del refuerzo.
Un saludo
Ángel