Entrevistamos a Javier Rey, Médico Inspector y Coordinador de los temas de Sanidad en la Fundación Alternativas, que participará el próximo jueves 7 de febrero de 2013 en el XXII Seminario ÉTNOR para hablar del futuro del sistema sanitario público y privado. Pincha aquí para más información sobre la conferencia
* "La protección sanitaria no puede desaparecer en ninguna sociedad desarrollada"
* "El debate sobre la sanidad pública no se ha abierto antes por desinterés de los partidos políticos con posibilidades de Gobierno"
* "Los profesionales sanitarios españoles son el gran activo del Sistema Nacional de Salud".
¿Cuál es la “salud” de la sanidad pública en España?
Considero que la situación actual del Sistema Nacional de Salud es precaria. El Sistema, que fue creado para garantizar la igualdad en el acceso a una atención sanitaria igualitaria a toda la población y para hacer posible la atención de cualquier ciudadano en cualquier lugar del territorio Español, ha ido derivando hacia una situación en la que el cumplimiento de esos objetivos está no sólo seriamente dificultado por razones diversas, sino incluso puesto como tal en cuestión
¿Es necesario revisar el modelo?
Con arreglo a la respuesta dada a la pregunta anterior, creo que no le cabría ninguna duda de que, en mi opinión, es necesario que se revisen las bases constitutivas del sistema para proponer las medidas que sean necesarias para enfocarlo hacia el cumplimiento de los objetivos indicados, que, a mi juicio, no pueden ser puestos en cuestión.
Con ello no quiero decir que haya necesariamente que cambiar el modelo de financiación de gestión pública con el que se constituyó inicialmente el sistema, para sustituirlo por un modelo de colaboración público-privada que muchos preconizan ahora como solución. En mi opinión un modelo de esas características podría más bien poner en cuestión la consecución de los objetivos indicados.
Lo que creo es que deben revisarse las razones que han provocado la deriva del Sistema en el sentido señalado más arriba, y proponer las soluciones que pueden llevar a su recuperación.
¿Cree que se ha tardado en abrir el debate sobre la sanidad pública? ¿Por qué?
Estoy de acuerdo en que se ha tardado mucho en abrir este debate, que sí ha merecido la atención pública cuando se han planteado medidas que afectan gravemente a la calidad y la extensión de la atención, generando además desigualdades manifiestas en la cobertura recibida por distintos grupos de población definidos por condiciones económicas o territoriales entre otras.
La razón más importante, en mi opinión, de que haya ocurrido así es el desinterés que han venido demostrando los partidos con posibilidades de gobierno en España en determinados territorios por la protección sanitaria como cuestión que afecta de manera principal a la cohesión social y la calidad de vida de la población. Ese desinterés se ha dado además en una situación en la que se ha ido dando una coincidencia cada vez más amplia entre las posiciones sanitarias de los dos partidos mayoritarios, como si no hubiera alternativas posibles a las políticas que se estaban haciendo en este terreno. El análisis de la leyes más importantes que afectan al sector sanitario en los últimos quince años a partir del apoyo común a la ley 15/1997, sobre “nuevas formas de gestión el SNS”, en las que se han dado grandes coincidencias entre las posiciones de esos partidos, creo que confirma esta justificación.
¿Cuáles son los puntos fuertes principales de la sanidad pública española?
En mi opinión su punto fuerte principal ha sido, y sobre todo fue en su inicio, su constitución como servicio público de salud, lo que propició el ambiente adecuado para el desarrollo de los profesionales sanitarios españoles, que son todavía el gran activo del SNS. No creo que este criterio sea muy diferente del que ha propiciado que cuando, como en el caso de la Comunidad de Madrid en estos días, se trata de poner en cuestión el carácter público del Sistema, sean los propios profesionales de todo tipo y adscripción ideológica o política los que salten de manera unánime no en defensa de intereses propios, sino del mantenimiento de la condición pública del SNS.
¿Y sus fallos principales?
Creo que ha habido dos cuestiones que han condicionado principalmente la evolución negativa que ha seguido el SNS y que han llevado a la situación que describía al principio. La primera de ellas, la posición adoptada por los dos partidos mayoritarios, de manera al menos coincidente, si no acordada en algunos casos, de considerar como problema principal del Sistema la eficiencia del mismo y su solución como una cuestión de gestión, en la que el sistema público debe acercarse a asumir los procedimientos propios de las entidades privadas. La evolución de las medidas adoptadas en el sentido indicado a partir de la Ley 15/1997 ha llevado a la situación actual, en la que lo que se pone en cuestión es la propia naturaleza pública del SNS.
La segunda cuestión creo que ha sido la forma en la que se ha llevado a cabo el proceso de descentralización de la gestión sanitaria a las Comunidades Autonómas, en la que lo más llamativo para mí ha sido la ausencia del establecimiento de mecanismos eficaces, similares a los que existen en otros países federales con protección sanitaria universal, capaces de garantizar el funcionamiento coordinado y homólogo, dentro de límites preestablecidos, del SNS, que, de no funcionar así corre el grave riesgo de convertir un sistema en principio público, universal y solidario, en 17 diferentes sistemas de salud independientes y diversos.
¿Qué cambios son imprescindibles para asegurar su sostenibilidad?
La palabra sostenibilidad tiene un sesgo economicista que no comparto en absoluto, que enfoca el problema hacia la consideración de la insuficiencia financiera del Sistema y a su solución mediante la participación privada en su gestión. La protección sanitaria no puede desaparecer en ninguna sociedad desarrollada. Lo que está en cuestión es de qué forma se puede extender mejor en condiciones igualitarias a toda la población y como expresión de un derecho irrenunciable. Y eso implica no sólo cuestiones económicas, sino de concepción general y organización del Sistema en la línea de lo que he apuntado anteriormente.
¿Es la sanidad pública un bien público para la sociedad?
No creo que de mis respuestas anteriores se pueda deducir más que una respuesta positiva a esta cuestión. Las razones que abonan esta posición tienen que ver con la contribución a la cohesión y a la reducción de las desigualdades que pueden hacer los servicios sanitarios en una sociedad democrática. Las tendencias crecientes a la desigualdad, que son evidentes en todas las sociedades, puestas en especial de manifiesto en el contexto de la globalización y la financiarización de la economía, justifican que los servicios sanitarios se estén reduciendo y poniendo de una u otra manera en cuestión en todas partes, pues sus efectos son netamente contrarios a esa evolución.
Comentar
Completamente de acuerdo en el rechazo del término sostenibilidad porque da lugar a un equívoco y es la confusión con la eficiencia. El sistema sanitario será eficiente si es accesible para todos y si es eficaz en el tratamiento y prevención de enfermedades. Hablar de la sostenibilidad como condicionante de la provisión, es como hablar de la sostenibilidad de los impuestos. Si parte de la población, por la razón que sea, no puede acceder al sistema sanitario (de curación o prevención), el sistema no es eficiente. La gestión privada en la prestación hasta ahora y en la Comunidad Valenciana, y a falta de estudios más profundos que yo conozca, es bastante más ineficaz en la prestación y claramente ineficaz en la equidad para el acceso a los servicios. El resultado está siendo la expulsión de parte de la población del sistema sanitario (No se siguen las prescripciones, se pospone la atención precoz. etc) A fortiori, estudios preliminares publicados señalan que es más cara.
En referencia a la situación precaria de la Sistema Nacional de Salud he de añadir un caso concreto. El ejemplo es el de cierta Comunidad Autónoma que permite los recortes en Sanidad aunque ello implique que muchas personas no puedan acceder a atención sanitaria o medicamentos y, en cambio, destina cantidades enormes de dinero a otros proyectos que nada tienen que ver y que son secundarios, desde mi punto de vista, en las necesidades de los habitantes de este territorio. Estos proyectos son en muchos casos deportivos, por ejemplo asumir las deudas equipos de fútbol.
La cuestión es: ¿No esto jugar con la vida de las personas? ¿No se arriesgan vidas con este tipo de decisiones? ¿Por qué lo permiten?
No sé en que deben pensar los altos cargos de esta Comunidad Autónoma, pero lo que esta claro es:
Teniendo Vela, Fórmula 1 y Fútbol, ¿quién necesita sanidad, educación o trabajo?
Sin duda, los recortes son algo que hay que asumir para poder entender una salida a la crisis, pero en mi opinión deberían priorizar y ordenar las necesidades del pueblo para poder atender mejor a las más importantes (como es la sanidad).
Bienvenido a
Comunidad ÉTNOR
© 2024 Creado por Quique. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de Comunidad ÉTNOR para añadir comentarios!
Participar en Comunidad ÉTNOR