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EL PACTO DE LAS PENSIONES: un debate abierto entre dos tipos de sindicalismo

 

             La idea lanzada por el Secretario General de Comisiones Obreras, de explorar un pacto de Estado a tres o cuatro bandas (sindicatos, empresarios, gobierno y oposición) que incluya acuerdos en materia de pensiones, de negociación colectiva y de empleo, hecha en el contexto de debilidad sindical generado tras las movilizaciones de junio y septiembre pasados, ha abierto el debate, más en el interno que en el externo de las organizaciones, sobre el tipo de sindicalismo que tenemos, y que funciona cuando las cosas van bien, que podemos definir como un Sindicalismo Reformista, y el que queremos cuando las cosas no van tan bien, y que podemos denominar como Sindicalismo Revolucionario.

            Estas dos formas de sindicalismo las podemos encontrar en la historia ligadas a cierta realidad social. Entenderé que se puede relacionar un modelo social de confrontación, como el desarrollado por el pensamiento socialista - marxista, en el que la lucha de clases sociales sería una de las principales leyes que explicaría la dinámica social, con un primer tipo de Sindicalismo Revolucionario, en el que el sindicato sería visto como un arma de guerra, El sindicato es el instrumento de la guerra social. >> (Sorel, G.), en esa batalla que se desencadenará entre el capital y el trabajo.

            Entenderé, en cambio, que se puede relacionar un modelo liberal que presenta la sociedad como un sistema equitativo de cooperación, basado en reglas y procedimientos públicamente reconocidos y compartidos, que resulta en un beneficio recíproco para todos los participantes (como nos propone el Liberalismo Político), con un segundo tipo de Sindicalismo Reformista que se caracterizaría por la opción prioritaria de solución de conflictos mediante el pacto, el acuerdo y la concertación entre las partes.

            Desde esta breve perspectiva histórica en la que hemos relacionado cierto modelo de comprensión social con cierta forma de sindicalismo, parecería que en la situación actual de crisis lo que se impondría sería la opción del pacto que propone el Sindicalismo Reformista que surgió en la transición del Socialismo Marxista al Socialismo Parlamentario. La duda surge, a favor del Sindicalismo Revolucionario y de sus formas de actuar, cuando la dinámica social ha derivado de tal manera que las partes no se encuentran en condiciones de igualdad cuando concurren a pactar. Esta relación de asimetría entre las partes no se combate en cambio con las armas, sino recuperando el deber de civilidad, de participación en el logro de cierta razón pública, que en otro tiempo incluía los intereses de la clase obrera y es aquí cuando hay que prestarles atención a aquéllos sindicalistas que entienden que corresponde, en ausencia de otras formaciones políticas, a las organizaciones sindicales la labor de construir esta razón pública, reducida en la actualidad a un marco legal.

 

 

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Comentario por Agustín DOMINGO MORATALLA el febrero 3, 2011 a las 11:58am

Es importante la reflexión que haces sobre el sindicalismo reformista y su compromiso con la razón pública. Sería interesante analizar las transformaciones del sindicalismo y los diferentes tipos de actividad humana, incluso plantearse la desafección de los jóvenes ante los sindicados y el envejecimiento de los "cuadros" sindicales. Mientras no estén los dos grandes partidos y se plantee en clima constitucional-constructivo será imposible que el pacto pueda ser llamado "de estado". Saludos.

 

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