Comunidad ÉTNOR

Foro de debate sobre ética y responsabilidad social en empresas y organizaciones

Carlos Prieto, profesor de la Universidad de Comillas, publicaba ayer en un importante blog de el País, "3.500 millones, ideas irreverentes contra la pobreza" el post ¿Por qué los jóvenes españoles no se indignan?. En este artículo el profesor Prieto analiza a raiz del libro de Silvio Hessel, ¡Indignaos!, (que hace unos días nos recomendaba nuestra compañera del foro Teresa Jiménez de la Peña a próposito del post de Raúl Contreras: "Ni tan distintos ni tan distantes"), ¿Qué les sucede a nuestros jóvenes? ¿En qué creen? ¿Por qué no se indignan?

¿O sí lo hacen?.

El caso es que la reacción de los jóvenes en las redes sociales fue tal que El País ha pedido a Irene Milleiro que haga una segunda entrada sobre este asunto. Irene es Directora de Campañas de Intermón Oxfam y conoce muy bien el terreno que pisa. Así Jóvenes, inquietos e indignados analiza los rasgos de "la generación más preparada de este país. Tienen amigos de colores diferentes y nos están haciendo menos racistas. Con las redes sociales se pasan por el forro las barreras de clase o estatus y le plantan su opinión en tiempo real a quien haga falta, sea Bisbal u Obama. Son generosos: comparten gratis su música, sus series, sus consejos sobre el mejor ADSL, sus opiniones sobre hoteles o restaurantes. Quejándose públicamente del mal servicio obligan a las empresas a mejorar".

¡¡¡Jóvenes de la Comunidad ÉTNOR!! Haceros oir!

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Comentario por Carmen Martí el marzo 23, 2011 a las 1:10pm

Gracias Cristina y Mònica por vuestros comentarios. Estoy completamente de acuerdo contigo Cristina que hemos de ejercer nuestros derechos y también tener en cuenta nuestras obligaciones como ciudadanos/as de una sociedad democrática, y cuidar y proteger esa democracia. No siempre la tuvimos y puede que no siempre esté ahí. No hay que dar las cosas importantes por "inmutables" y tenemos que movilizarnos antes las injusticias, sean del tipo que sean.

Un saludo y gracias a las dos!

Comentario por Mònica Segarra Pérez el marzo 22, 2011 a las 7:22pm

En primer lugar, lo que dice Irene Milleiro, respecto a que los jóvenes de hoy en día somos la generación más preparada del país, la verdad es que me cuesta un poco creerlo, sí, podemos tener más o menos idea de como funcionan las nuevas tecnologías, y no tener miedo de utilizarlas para lo que sea, podemos saber más inglés, o haber viajado más, pero no creo que de esto dependa el que estemos más o menos preparados, eso es muy relativo, es decir, algunos jóvenes aprovecharán todo esto para intentar cambiar un poco las cosas con las que no estén de acuerdo, pero no es este el caso de la mayoría. En cuanto a la indignación de la que se habla, claro que nos indignamos, ¡faltaría más! Quizás más que la gente mayor, pero hay de todo, también hay muchos jóvenes que se indignan por chorradas pero que para ellos son relevantes en su día a día. De todas formas pienso que sin esta indignación no haríamos nada nunca, aunque todo depende de como nos la tomemos, si la cogemos de manera positiva nos puede servir para esforzarnos más e intentar luchas por aquello que nos preocupa, si lo hacemos de forma contraria nos sirve sólo para tirar la toalla. Y con esto relaciono un poco el tema de la ilusión de la que se habla, creo que la ilusión es una cosa que viene y va, que tienes momentos en los que estás muy ilusionado con una cosa y tienes toda la fuerza del mundo para llegar a conseguirlo, pero de repente aparece algo que hace que se desvanezca por completo. Lo que tenemos que intentar tanto jóvenes como mayores es no perder la ilusión por nada, ya que creo que es la base para llegar a lo que queremos.

Comentario por Carmen Martí el marzo 21, 2011 a las 4:22pm

Muchas gracias Laura!! Es un artículo interesantísimo, con muy buenos ejemplos "en positivo". Por cierto, que el enlace no me funcionaba y he tenido que buscarlo de nuevo. Por si a alguien más le pasa puede consultar la noticia aquí.

Os dejo otro ejemplo de personas que piensan en positivo e intentan salir de esta situación de manera cooperativa aportando lo que saben www.soyunaparada.com

Comentario por Laura Alegre Consuegra el marzo 21, 2011 a las 1:53pm

Aquí os dejo unas cuantas historias de gente admirable ( jóvenes y adultos) que intenta que el mundo sea un poquito mejor cada día:

 

http://http://www.elpais.com/articulo/portada/Revolucion/optimista/...

Comentario por Carmen Martí el marzo 21, 2011 a las 11:38am

Hola a tod@s!

Gracias Violeta y Laura por sus reflexiones, y me quedo con los dos casos que nos acerca Raúl. Quizá la clave está ahí, en fijarnos, resaltar, comentar y seguir los ejemplos positivos de "jóvenes emprendedores sociales", como los que comentas, Raúl, o como resalta Laura el poder de la joven sociedad civil de los países árabes que tal valentía han demostrado para cambiar el rumbo de sus vidas y de sus países. Poner el acento en lo positivo para generar más cambio. Gente que no se indigna la hay, jóvenes y mayores, pero pensemos que son los menos, y no les hagamos ni caso :-)

¿Qué otros casos de jóvenes admirables conocéis?

Comentario por Raúl Contreras Comeche el marzo 18, 2011 a las 8:35am

Hola a tod@s

 

Quiero compartir con vosotr@s la realidad de dos jovenes amigos y un niño que aun no tengo el gusto de conocer.

 

Daniel Buriticá. Embajador de Colombia en On Young World, cumbre anual de jóvenes líderes de más de 100 países promovida por Kofi Annan, el Nobel de la Paz Desmond Tutu, el creador de Live 8 Bob Geldof, entre otros. Es en estos momentos uno de los mas destacados jovenes emprendedores sociales del mundo. 
El proyecto en el que trabaja es la Red RECOJO, red colombiana de jóvenes, desde la que inicio con una actividad de campamento en que se cruzan jóvenes universitarios, que buscan su formación como emprendedores sociales, con chavales de la calle. La acción se mueve en el campo de la formación y el ocio al servicio de los jóvenes.  http://www.recojo.net/

 

Simón Menéndez, burgalés. Recientemente recibió, en Washington, el premio 'Global Fellows' de YouthActionNet 2010 de manos del Nobel de la Paz. Premiado con el premio especial JES 2009 por la UEM como emprendedor social. 

Fundador de la asociación Hechos que trabaja con menores extranjeros no acompañados. Lo hace en el amplio espectro de sus necesidades, empleo, vivienda, alfabetización, ...  www.hechos.eu

 

Cualquiera de ellos dos podrías ser vosotros. El tercero es un niño del que no recuerdo el nombre y del que me contaron hace muy poco. Tiene 13 y es alemán. Como resultado de una actividad de su centro escolar los niños de un centro identificaron una necesidad, de las que hay tantas por el mundo, y quisieron colaborar en su resolución. Para ello iban a conseguir fondos con una actividad que no sabia si siendo menor era lícita. El niño, muy alemán, quiso saber que lo que iban a hacer era legal y busco la ley que se lo dijera. La encontró pero no entendió nada de lo que leía. A golpe de guía telefónica consiguió un abogado que tradujo a un alemán comprensible por un niño aquella ley. Ese fue el inicio de un proyecto, el niño lleva casi ya dos años trabajando, hoy con un buen número de abogados voluntarios, para traducir, a un alemán comprensible para ellos, todas las leyes que afectan a la infancia y la juventud alemana. Tan sólo 13 años y hoy.

 

Ellos son buena gente que adquiere un compromiso con su sociedad y luchan por ello. Son jóvenes e incluso niños y actúan. No vamos a decir que es fácil, pues no lo es, pero no existe razón de partida para que cualquiera de vosotros no seáis el siguiente emprendedor social.

 

Comentario por Violeta Blasco el marzo 17, 2011 a las 7:21pm

Hola a todos, he decidido participar en este debate porque es un tema que ultimamente me ronda por la cabeza y lo vivo de primera mano. En primer lugar me han llamado la atención algunos de los conceptos que han planteado mis compañeros, de los cuales discrepo; aunque también estoy de acuerdo en algunos de sus planteamientos. Para empezar, la pregunta que me hago al leer vuestras intervenciones es ¿Qué significa ser normal y qué significa ser radical? A ojos de algunos cualquiera puede ser un radical, incluso tu, incluso yo, y sin embargo a ojos de otros seremos unos burgueses, unos inútiles o unas bellísimas personas. Pero no hay que olvidar que todo depende de la perspectiva desde la que se miren las cosas.

Es cierto que en algunas ocasiones nos indignamos, aunque contadas veces a decir verdad, y como estamos perdidos, sin rumbo ni objetivo, no atacamos el foco del problema con fuerza suficiente, en consecuencia pervive y aumenta. Sólo hay que hacer un repaso a la historia para comprobar que nos hemos convertido en una sociedad inmóvil. No hay espacio para la sublevación porque en el momento en que ésta hace amagos de llevarse a cabo los jóvenes y los no tan jóvenes son tachados de radicales siendo la propia sociedad la que les da la espalda.

Esto nos muestra como el problema no reside unicamente en la juventud, sino en el entorno que la rodea y la condiciona. Vivimos en un sistema injusto y desigualitario, en el cual se imponen unas pautas de conducta y quien no las cumple es apartado. ¡Indignaos! dice Hessel, como si nos hubieran dejado las cosas fáciles. Una revolución nunca es un camino de rosas, pero las circunstancias con las que nos toca jugar son cada vez más contrarias. También nuestros intereses se encuentran cada vez más diseminados, y dificilmente consiguen reunir a un conjunto de personas que luche de manera activa y prolongada por una causa concreta.

En suma, se inculcan estas pautas a nivel universal de forma mimética, respaldadas por la globalización,  con lo cual, la obediencia y la pasividad se van introduciendo sutilmente de generación en generación.Como aliciente final se encuentra la figura de los medios de comunicación, quienes no pierden la oportunidad de crear la ilusión de una transmisión de información objetiva, nada más lejos de la realidad, cosa que desconcierta aún más a la población.

Para terminar, creo que estamos innundados por la mecánica de la sociedad moderna, que parece trabajar a contrareloj para silenciar o eliminar el espacio de reflexión y crítica. Nos indignamos, eso sí con las palabras, porque cuando hablamos de la acción la cosa se complica. En contraposición a esta tendencia, lo sucedido en la Revolución Árabe ha puesto de relieve el poder de la sociedad civil y de las voces, que unificadas de forma conjunta han sabido luchar por sus intereses. Sería bueno que utilizasemos este caso como ejemplo, si actuamos de forma coherente a nuestros pensamientos conseguiremos el cambio.  El problema desde mi punto de vista es que la juventud, en base a la educación que ha recibido, está confusa, perdida, y se plantea antes cualquier problema banal que los que realmente condicionarán sus vidas. Movilicemonos con la ayuda de las herramientas de nuestro tiempo y adecuemos su uso a nuestros intereses. Que se produzcan este tipo de debates es, desde mi punto de vista, el primer paso para cambiar las cosas. 

 

Comentario por Laura Alegre Consuegra el marzo 17, 2011 a las 7:04pm

Buenas a todos,

Interesante debate el que estáis planteando. Estoy de acuerdo con Raúl en que es un poco ridículo que se nos exija a los jóvenes un mayor grado de indignación ante los problemas de la sociedad actual;lo ideal sería que nos indignásemos todos, jóvenes y no tan jóvenes, que mostrasemos nuestra disconformidad hacia las decisiones que otras personas toman por nosotros y que nos afectan. Limitarnos a expresar nuestro parecer únicamente en las urnas se ha quedado corto.

Sí que es cierto que la proliferación de las redes sociales ha ayudado a que tomemos conciencia de que nuestra voz también puede y debe ser escuchada, pero por una parte me parece una indignación "cómoda" y me explico: no quiero decir con esto que no sea útil la acción a través de la red, pero no tenemos (y me incluyo) una actitud combativa de verdad; no nos echamos a la calle de forma masiva para protestar por el precio de las viviendas, o por los contratos hipotecarios que rozan la usura y que están ahogando a muchas familias. Vivimos, en general, en una especie de letargo del que despertamos ocasionalmente para, pasados unos días, volver al mismo estado. Lo que hoy nos impresiona y nos cabrea  ( las revueltas del Sáhara Occidental por la independecia de Marruecos, las devastadoras inundaciones de hace un año de Pakistan, etc...), lo olvidamos al cabo de una semana. Nuestra indignación existe, pero es efímera, desaparece antes de que nos haya dado tiempo siquiera a levantarnos del sofá.

Con esto no pretendo generalizar ni  decir que no haya una generación de jóvenes con inquietudes y dispuesta a moverse, sé que está ahí, coexistiendo con ese otro porcentaje de jóvenes carentes de "proyectos e ilusión" que forma la conocida ya como generación nini.

 

 

 

 

Comentario por Carmen Martí el marzo 17, 2011 a las 5:08pm
Leyendo este artículo Los adolescentes aún pueden cambiar el mundo (con ayudas e inversio... me he acordado del comentario que hacía Víctor. No nos olvidemos de los jóvenes que lo tienen más difícil, en este o en otros países.
Comentario por Carmen Martí el marzo 17, 2011 a las 4:32pm

Gracias Berta y Víctor por compartir con el resto vuestras reflexiones!! Creo que este tema suscitará más comentarios.

Un abrazo a ambos!

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