Comunidad ÉTNOR

Foro de debate sobre ética y responsabilidad social en empresas y organizaciones

Es urgente trocar la delegación en responsabilidad.

La clase política se lo ha montado muy bien, dicen todos, pero esta situación de la que disfrutan, por desinterés ciudadano, no es fruto de la casualidad sino de una contra-educación política, como la llama el filósofo Castoriadis, que ha sustituido la responsabilidad por la delegación. La vida política está encaminada a desenseñar a gobernar haciendo creer que hay que dejar los asuntos públicos en manos de expertos, hábiles en marcar las opciones que el resto debe votar. Las gentes deberían acostumbrarse a ejercer toda clase de responsabilidades en vez de acostumbrarse a toda clase de delegaciones. Delegamos el gobierno en los políticos, sin darnos cuenta que delegar el voto es perder el voto. Delegamos la educación en las escuelas, sin darnos cuenta que delegar la educación es perder la educación en valores. Delegamos la solidaridad en las ongs, sin darnos cuenta que delegamos al mismo tiempo la preocupación por los problemas del otro. Delegamos y delegamos sin darnos cuenta que cuanto más nos retiramos de la actividad, más espacio ocupan los burócratas, los diletantes. En otro tiempo los obreros se manifestaban o iban a la huelga por causas políticas y no solamente por pequeños intereses corporativos. Habían grandes cuestiones que concernían a todos los trabajadores, pero eso era cuando no habían delegado su lucha.

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Comentario por Jose Carballido el diciembre 24, 2010 a las 11:27pm

Querido Ángel. Para mí has dado en una de las claves: Al delegar, los ciudadanos se desligan de la cosa pública. No obstante, uno esperaba que aquel o aquella persona que lo oba a representar a uno o una actuara responsablemente, velando por los intereses propios. Nada de esto ha sucedido (con contadas excepciones, no todos los políticos son tecnócratas) en las democracias occidentales, donde la clase dirigente ha caído en descrédito. Del mismo modo que se intenta recuperar un humanismo para la empresa a la hora de hablar de empresa ciudadana, o ética en la empresa, la sociedad civil no va a tener más remedio que incorporar una política ciudadana en la próxima década, eliminando así los tecnócratas, auténtico cáncer de la representación ciudadana.

Un saludo.

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